Jealousy {Oneshot} {Capítulo Único}

NEO

Jealousy por Gisaram. ||(c) Póster by Voneth
NEO {Leo x N}. ||Oneshot. ||Yaoi. ||Romance, Drama ||+18.

Beteado por: –

Advertencia: Contenido homoerótico/homosexual.

Declaimer: Los personajes aquí mencionados no me pertenecen. Todo lo aquí narrado es simplemente ficción y sin el afán de ofender a nadie.

Nota de Autora:  Pues luego de mil años lo terminé de redactar nuevamente. Lo hubiera subido antes pero la niña perdió el archivo y tuvo que empezar de cero. Ahm, no sé que más decirles y me duelen los deditos al escribir por eso no me explayaré mucho, tan sólo espero que hayan pasado bonitas fiestas y que tengan un hermoso año nuevo. >3

I.- Jealousy

Llevaban un poco más de media hora con la misma discusión. TaekWoon intentaba no alterarse demasiado, pero el que Hakyeon empezara a meter temas que no iban al caso no ayudaba mucho. Odiaba con todo su ser que siempre hiciera eso, era detestable, porque tan sólo ocasionaba que sus peleas se alargaran y estuvieran sin hablarse por horas e, incluso, días. No iba a negarlo, amaba al mayor pero él también tenía un límite de paciencia y el moreno lograba sobrepasarlo con facilidad sin importar la situación en la que estuvieran.

 –¡Basta, HakYeon!

–¡No! Siempre eres así. Nunca me dices que te molesta y se te hace fácil evitarme cómo si de esa manera yo fuese a adivinar qué te incomoda.

–Tú te lo buscas.

–Claro, yo siempre soy el culpable de nuestras peleas. ¡SIEMPRE!

–No empieces con eso otra vez.

–TaekWoon, no me has tocado en semanas sólo porque sientes celos de Ravi –su semblante se volvió decaído–. Tú mejor que nadie conoce mis sentimientos, ¿Por qué eres así? ¿Sabes lo horrible que es buscarte y terminar rechazado? Yo ya no puedo más… no puedo si esto sigue así.

–¿Qué quieres decir?

–Sí esto va a seguir así será mejor que nosotros…

–No te atrevas a decir eso –interrumpió amenazante el más joven de ambos, señalándole con el índice siniestro y el ceño ligeramente fruncido–. Sueltas esa frase y te juro que me olvido de tu existencia.

Hakyeon le miró dubitativo y antes de que pudiera decir algo las lágrimas comenzaron a brotar,  resbalando por sus mejillas.  Era obvio que no quería terminar la bonita relación que tenía con el pelinegro, pues aunque apenas llevaban 6 meses saliendo le gustaba estar con él, pero quería que constantemente le dijera lo que por él sentía; que le repitiera esas palabras bonitas que hubo usado cuando le dijo el primer «te amo» y que no había escuchado otra vez. También quería que le mimara como lo hacía cada vez después de hacer el amor. Lo necesitaba.

TaekWoon se quedó helado al verle así. Muchas veces el mayor fingía llorar y no le tomaba importancia, pues no se dejaba llevar por su chantaje, pero esta vez era real, lo que provocó que su pecho doliera. No era un juego, ni mucho menos era un berrinche sino que eran lágrimas de frustración y dolor. El moreno bajó la mirada evitando que su pareja le viera en esa condición y se retiró de la sala, entrando a la habitación y cerrando fuertemente la puerta. El menor dejó caer el cuerpo en el sofá de tamaño medio, llevándose el antebrazo a la frente al tiempo en el que cerraba los ojos y soltaba un suspiro bastante pesado. No quería estar así con el mayor, no quería que él llorara pero después de todo era lo único que había conseguido con esa actitud que tomaba por sus estúpidos ataques de celos.

Sin dejar pasar mucho tiempo, tomó la iniciativa de ir a disculparse con el moreno, se sentía mal por lo ocurrido y por lo que provocó en él, así que lo que menos podía hacer era ser el primero en tratar de arreglar todo. Se acercó hasta la puerta de la habitación e intentó abrirla, pero ésta se encontraba asegurada y por un momento pensó en desistir de aquello, más aquella idea se esfumó rápidamente.

–HakYeon… hablemos –pidió con tono suave y tranquilo, pero no consiguió respuesta alguna.

La puerta comenzó a abrirse lentamente después de varios intentos, permitiéndole apreciar como el mayor volvía a meterse a la cama, colocándose en posición fetal y sin intenciones de dirigirle la palabra o mirarle siquiera. Reviró los ojos un momento, pero recordó que no estaba ahí para volver a discutir sino para arreglar las cosas con ese chico que le gustaba y por el cual despertó sentimientos con el paso del tiempo.

–HakYeon… perdón. Fui… soy un tonto, perdóname –fueron las palabras que salieron de sus labios al tomar lugar en el borde contrario de la cama.

Por su parte, HakYeon  fue enderezando su cuerpo, pero continuó dándole la espalda, dedicándose únicamente a escucharle, mientras se limpiaba las escasas lágrimas que brotaban de sus ojos aún.

–Yo… me dejé llevar por mi sentir –prosiguió–, sin importarme nada que no fuese mi enojo y coraje, pero… no pude evitarlo, no pude no sentirme enojado por verte tan alegre con él, porque… yo no soy tan divertido sino todo lo contrario.  

Con forme las palabras iban saliendo de entre sus labios su cuerpo se iba acomodando sobre la acojinada superficie del colchón. Después de aquello permaneció mirando el techo, sin moverse de su lugar y sin hablar más nada. No sabía qué decir y tampoco sabía si sería bueno estar en el mismo espacio que el mayor, pero su duda fue resuelta al escuchar un “abrázame” proveniente de su pareja. Su vista rápidamente se posó sobre la contraria (pues el moreno le permitió verle) y, aunque demoró un poco en acercarse, lo hizo.

–Perdón, HakYeon –murmuró al sentir como el moreno hundía el rostro en su pecho–. No llores más y mírame.

Cuando sus miradas se encontraron TaekWoon le besó, le besó cálida, tierna y dulcemente. Sus labios acariciaban los contrarios como cuando aquél par y los propios tuvieron su primer encuentro muchos meses atrás. Sin embargo, ese tono suave que aquellos besos mantenían no duró por mucho tiempo, pues con forme el húmedo tacto se iba dando se volvía más pasional y necesitado para ambas personas.

HakYeon pasó de estar al lado de su novio a estar encima de él, con las rodillas pegadas al colchón y sentado sobre su vientre. Una sonrisa pícara yacía sobre sus labiales, su mirada estaba fija sobre esos penetrantes ojos negros y sus dedos ágiles y traviesos abrían cada uno de los botones de la camisa de su pareja.

TaekWoon, por su parte, sabía que ya no había marcha atrás, que si estaba pensando en oponerse a estar con él era mejor que fuera desistiendo de esa idea, pues el moreno no iba a permitir semejante cosa por ningún motivo. Necesitaba estar con él, sentirse de su propiedad una vez más, así como también necesitaba asegurarse que nada entre ellos había cambiado en lo absoluto…

Las posiciones habían cambiado completamente; la ropa ya no cubría sus cuerpos. HakYeon ahora era quien se situaba debajo de ese cuerpo trabajado y cuidado que el pelinegro poseía. Jadeos y gemidos eran los únicos sonidos que salían de su boca, el movimiento circular que la caliente lengua de TaekWoon hacía al estar sobre sus pezones en sincronía con el movimiento de su siniestra que masturbaba su miembro estaban matándolo. ¿Cómo le hacía aquel chico para lograr satisfacerlo sin siquiera penetrarle? Aún no lo descubría, pero le encantaba que fuese así todas las veces que hacían el amor.

–Quiero sentirte dentro –murmuró el mayor apenas pudo emitir una frase clara.

Como respuesta, el menor tan sólo le permitió ver una sonrisa perversa, una que sólo HakYeon tenía la dicha de ver en contadas ocasiones, pero que le pertenecía. Con ese gesto entendía que debía ser paciente, que ese momento llegaría en el tiempo indicado y sabía perfectamente que TaekWoon ignoraría aquella petición, pues se tomaría el tiempo necesario para que sus labios palparan cada centímetro de su cuerpo, sin perderse ningún detalle del mismo…  

Nuevamente las posiciones cambiaron. El chico de tez blanca estaba sentado al borde de la cama con las piernas lo suficientemente separadas para que su pareja estuviera de rodillas en medio de ellas. Sí, de todas las cosas que HakYeon adoraba hacerle al pelinegro a la hora del sexo la felación era su favorita, pues sabía cuánto era que le gustaba a su pareja; también sabía que tenía una lengua tan inquieta que a TaekWoon volvía loco cada vez que la sentía lamiendo su pene. Su cabeza mantenía un vaivén lo suficientemente rápido para hacer endurecer aún más el miembro de su novio, pero lo suficientemente lento para evitar que se corriera antes de lo planeado.

El menor no podía soportarlo más, esa forma en la que HakYeon le miraba al introducirse su miembro a la boca le incrementaban en demasía el morbo y sus ganas de follarlo hasta que le rogara por más. Ese roce que sus dientes tenían al hacer la cabeza hacia atrás para sacar el alargado órgano de su húmeda cavidad iban a provocar que se corriera en su cara, pero TaekWoon no lo quería así, al menos no ahora. Por tal motivo, en una de esas que HakYeon apartó los labios de su miembro le tomó el rostro y le besó como seña a que era suficiente y el tan aclamado momento de hacerse uno había llegado.

HakYeon se levantó mientras relamía sus labios con cierta provocación, cosa que al pelinegro  le gustó, bueno, siempre le gustaban los gestos que el moreno usaba para provocarle porque sabía el momento indicado para hacerlos. El menor, sin moverse de su lugar, posó las manos sobre la cadera ajena atrayéndolo hacia así y dejando un beso pequeño sobre su abdomen al tenerlo cerca. Después, levantó la cabeza para fijar la mirada en ese bello par de ojos que tanto le gustaban, dándose cuenta que su novio también le miraba mientras se acomodaba sobre su regazo, penetrándose.

Sus cuerpos permanecieron quietos un momento, pero sus labios no perdieron tiempo y buscaron unirse una vez más. Sus lenguas comenzaron a reconocerse, jugando entre sí en busca de tener domino sobre la otra. Fue entonces cuando la pelvis de HakYeon comenzó a ondearse y los gemidos querían hacerse presentes, pero se perdían en medio de aquellos frenéticos besos. Cada movimiento realizado por la cadera del moreno era guiado por las varoniles manos de TaekWoon, esa que de vez en cuando se tomaban el atrevimiento de acariciarle y recorrer su cuerpo mientras se movía sobre sí.

 El momento era perfecto, sus cuerpos se rozaban mientras volvían a ser uno como hace mucho tiempo no ocurría. Los gemidos que HakYeon dejaba sonar al oído de TaekWoon eran exquisitos, demasiado para ser verdad. Aquello le erizaba la piel y recorría su columna vertebral como si estuvieran dándole pequeños choques eléctricos. Seguramente era indicio de que el orgasmo no tardaría mucho en llegar, pues el flirteo y agasajo previo le encendieron demasiado…

 Ocurrió. TaekWoon dejó salir toda esa tensión que su cuerpo hubo generado en el interior de su pareja y por supuesto no pasó mucho tiempo para que HakYeon también se corriera, pero en ningún momento quiso dejar de sentir al pelinegro dentro de sí. Sus frentes se unieron y sus ojos se cerraron a la par. La diestra del menor subió hacia el rostro de su pareja acariciándolo con ternura mientras acariciaba la punta de nariz con a propia.

 –Te amo, HakYeon.

El nombrado no dijo nada, pues prefirió concentrarse en lo dulce de esos labios y en sus ganas de más. Sí, para HakYeon nunca era suficiente cuando se trataba del pelinegro y ahora que las cosas estaban mejor debía disfrutarlas lo más que pudiera. Después de todo, el sexo reconciliador se disfrutaba mejor…

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14 comentarios en “Jealousy {Oneshot} {Capítulo Único}

    • Lamento mucho en demorar con mi respuesta, pero muchas gracias por tu comentario ;3; para mí es grato saber que te ha gustado porque entonces me anima a hacer otro escrito de esta bella pareja porque también me gusta mucho. <3

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  1. Awwww nfidncksnlx ME ENCANTO FUE MUY INTERESANTE Y MUY LINDO ME FACINO eres una ⭐⭐eres genial tienes un don para hacer estas cosas cbisnxkskxlfw ME ENCANTO ESTUBO GENINIAL ERES UNA DIOSA ⭐⭐

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