Punto débil {Oneshot} {Capítulo único}

 

Punto débil por Gisaram. ||(c) Póster by Gisaram
ElVin {Eli x Kevin}. ||Oneshot. ||Yaoi. ||Romance estudiantil. ||+13.

Beteado por: –

Advertencia: –

Declaimer: Los personajes aquí mencionados no me pertenecen. Todo lo aquí narrado es simplemente ficción y sin el afán de ofender a nadie. 

Nota de Autora:  Pues este oneshot tiene un ratico que lo escribí y ya lo hube subido a otra página hace tiempo, la cual no recuerdo D:, obviamente es de mi autoría y por esa razón le hice algunas modificaciones. Es algo corto; pero debido a que no tengo mucho tiempo disponible no pude dejarlo más extenso. Espero que les guste ;3;  y que no me peguen por hacerlo tan corto ;A;.

 

Capítulo I. Punto débil

Era la época de los finales y el estrés se hacía presente en su cuerpo.  El cansancio poco a poco llegaba a él; el desvelarse varias noches seguidas no era nada bueno, pero tenía de consuelo el saber que cada vez faltaba menos para terminar. Así era la vida universitaria de Eli, una vida que él decidió tomar porque quería hacer grandes cosas en el futuro.

Llevaba más de 3 horas sentado frente al escritorio y la vista fija en las letras de ese libro, concentrado completamente en su lectura y sin despegar la vista de él más que para hacer algunas anotaciones de lo que consideraba como importante.

Eran las 9 de la noche cuando Kevin llegó a la habitación, la expresión en su rostro no era para nada dulce. A decir verdad, estaba enojado, cabreado porque el mayor había olvidado ir a verle como lo prometió y le había hecho esperar 30 minutos en el jardín del internado.

-¡Kim Kyoung Jae! -exclamó en tono fuerte y seco mientras entraba a la habitación. El nombrado no se inmutó por aquel llamado siquiera-. Te estoy hablando… Eliiii, hazme caso un momento -replicó como capricho y con un puchero impreso sobre sus labios.

-¿Qué pasa? Estoy estudiando -comentó en tono bajo, dedicándole una breve mirada-, tengo un examen importante mañana, Kevin.

-Ya me cansé de oír lo mismo todos estos días… llevo casi 2 semanas sin mi novio; él me cambió por un libro -se cruzó de brazos mientras le miraba de mala manera al tiempo en el que se colocaba al lado de él.

-Hablamos de esto antes –comentó el mayor quien se veía interrumpido de su estudio-. Te pedí que me dieras estas dos semanas para poder estudiar y dijiste que estaba bien. Tan sólo espera un poco más y después de esto tendremos tiempo de estar juntos -comentó mientras volvía la vista a aquel libro.

El más delgado no mencionó nada más cuando el mayor terminó de hablar, pero sin dudarlo en lo absoluto se acercó a su pareja y le tomó el rostro para juntar sus labios en un beso, un beso que no fue correspondido y fue terminado a los pocos segundos.

-Kevin, necesito estudiar -comentó Eli mientras lo apartaba. Su semblante se mostraba serio y daba a entender que no estaba jugando.

-Eli, no me has tocado en 2 semanas… ¡2 SEMANAS! ¿Sabes lo horrible que se siente? Estoy… inquieto, ansioso y TODO es tu culpa… cuando yo era quien estudiaba tú simplemente llegaste, me tomaste del brazo, me tiraste a la cama y si no fuera porque también quería estar contigo me hubieses violado… Tuvimos sexo casi toda la noche porque no pudiste resistirlo… -comentó con un leve sonrojo invadiéndole las mejillas; pero su tono de voz era lo más parecido a un reclamo.

-Yo nunca tengo sexo contigo… yo te hago el amor.

-Lo que sea… Ahora soy yo quien quiere que se lo hagan y no me iré hasta que no haya tenido lo que vine a buscar -volvió a tomar el rostro del mayor entre sus delgadas y suaves manos, apretando más sus labios contra los contrarios, consiguiendo respuesta a los pocos segundos.

Sus cabezas se habían ladeado a lados opuestos consiguiendo una mayor comodidad ante ese contacto húmedo y pasional. Eli pensó en detener el beso cuando el aire empezó a hacerle falta, pero tenía a su novio sobre sí, sentado en su regazo, haciendo movimientos  provocativos con su pelvis que solo lograban hacer que mandara todo a la mierda y quisiera complacerle.

-Kevin -murmuró al detener el contacto.

-¿Uhm? –respondió el nombrado antes de comenzar a besarle el cuello y hacer una marca pequeña en él. Su pelvis se movía con más ganas, haciendo rozar sus miembros con levedad. Sabía cómo provocar al mayor y conseguiría lo que vino a buscar de cualquier manera.

-Kevin -volvió a decir el otro mientras hacía la cabeza hacia atrás y cerraba los ojos-. Kevin, aquí es incómodo -al escuchar eso, el menor, sabía que lo estaba consiguiendo, pero también pensó que podría ser una manera de conseguir que se detuviera, así que continuó en lo suyo ignorando lo anterior.

Pasaron varios minutos y el mayor no había podido resistirse más. Se olvidó de aquel libro que estaba consumiendo su día, se olvidó que mañana tenía el examen más importante del semestre, pero se acordó de lo mucho que le gustaba poseer al más joven, de lo mucho que adoraba marcar su piel y de lo mucho que siempre le deseaba.

Ambos se encontraban ya en la cama, el menor con el torso desnudo y el mayor con el pantalón abierto. Los besos y caricias estaban a flor de piel, estaban reconociéndose y deseándose con más ganas que nunca…

El tiempo transcurrió y lo único que podía escucharse en la habitación eran agitadas respiraciones acompañadas de pequeños gemidos agudos que el delgado se encargaba de emitir. Kevin obtuvo lo que vino a buscar y no le fue muy difícil el hacer que el mayor le complaciera. Conocía a su novio mejor que él mismo y también sabía cómo usar sus puntos débiles a su favor, justo como ahora…

 

 

 

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