Infernal {TwoShot} {Primera Parte}

KaiHan o LuKai - Infernal

Infernal por Xiao Vico.  Portada por CeCe.
Lu Han Kim JongIn TwoShot ≈ Yaoi ≈ +18 Romance / Drama / Angst.

≈Beteado por: Pendiente.

≈Advertencias: Ninguna.

≈Disclaimer: Los miembros de la banda sur coreana EXO se pertenecen a sí mismos y por lo tanto a su compañía. La historia es ficción, cualquier parecido con la realidad es coincidencia.

≈N/A: Hola de nuevo, quería pasar a dejarles este nuevo TwoShot. Inspirado en la vídeo de After School -First Love- . Si les gusta, comenten. Si quieren que lo siga, comenten. Si quieren la aparición de otra couple en la historia, comenten. Espero sus mensajitos y nos vemos en la actualización y/o en los comentarios.

“Tú no te irás, mi amor, y si te fueras, aún yéndote, mi amor, jamás te irías”

Excitación.

Eso es lo único que siente JongIn en este momento. Como si sus hormonas se triplicaran y tuviera la necesidad de tener sexo con alguien en este mismo instante. Permanece parado en el lobby del lugar, sintiéndose demasiado caliente e inquieto como para quedarse ahí y no hacer nada al respecto, pero aun así lo hace, tiene que esperar un poco más.

Los guardaespaldas de su padre lo rodean con posesividad, como protegiéndolo de cualquiera que pudiera acercarse a él. Pero eso no le importa en el momento, él solo quiere una cosa. Algo por lo que lleva esperando más de 10 minutos.

Que para él son como la eternidad.

Intenta permanecer concentrado. Mantenerse relajado y controlado ante lo que presencian sus ojos. Pero su cuerpo reacciona por si solo al ver a semejante ángel enjaulado en la parte inferior de aquel lujurioso lugar.

El joven permanece sentado en un pedestal color dorado. Sus pies se moldean perfectamente a cada lado de la estructura, mientras sus brazos se sostienen de la parte delantera de la misma. En la espalda le cuelgan un par de alas color negro grisáceo, se ven pesadas al notar las cambiantes posturas del joven. JongIn desearía acabar con su tortura y quitárselas de encima para poder apreciar por completo su esplendor. Pero aun no puede, no llega el momento.

Aunque falta poco para que ocurra.

Una joven de piel blanca y cabello rojo hasta la cintura, se acerca lentamente con una carpeta en las manos hasta donde se encuentra JongIn. “Muy hermosa para ser la recepcionista del lugar” piensa.

―Perdón por la tardanza  ―dice ella mientras hace una leve reverencia y se acomoda un mecho de cabello detrás de la oreja― En esta carpeta podrá observar a cada uno de los “ángeles caídos” que se encuentran a disposición junto con su precio.

JongIn toma la carpeta en sus manos y comienza a ojearla hoja por hoja. Desde que llego a aquel lugar la selección del acompañante de su noche ya estaba completamente decidida. Pero no podía parecer desesperado. Su imagen de playboy se vería destrozada si hacia eso.

JongIn nunca había creído terminar en un club nocturno. Pero el destino es incierto. Y su amigo de toda la vida, Chanyeol, sabia convencer.

“Infernal” ya no era un prostíbulo tan malo como creía.

JongIn sonrió ligeramente cuando encontró lo que buscaba. LuHan, así se llamaba aquel chico. En la foto que mostraba la hoja, su cuerpo vestía un traje blanco, casi igual que su piel. Sus ojos miel contrastaban con el color de su cabello mono platinado. Las alas que se encontraban eran iguales a las que traía puestas en el instante que lo vio. Al pensar de JongIn “era simplemente un ángel.”

Un ángel que muy pronto estaría a su merced.

Sin mucha precaución le devuelve la carpeta a la muchacha, señalando la hoja que tenia la foto de aquel joven. Su auto control lo había abandonado por completo ahora que lo había visto de esa forma. Su cuerpo comenzaba a actuar por sí solo y eso no era lo que necesitaba en el momento.

― Lo quiero a él ―sentencio JongIn evitando cualquier pregunta que la chica hubiera dispuesto a hacerle. Su cuerpo amenazaba con tener problemas muy pronto y no quería malgastar el tiempo con ella― Pero no solo por esta noche. Quiero hacer un trato con el lugar.

••••••••••••••••••••

Sus pasos se detuvieron al llegar a la última habitación del pasillo. Sus manos deslizaron la pequeña llave que le había dado la muchacha, dentro de la cerradura, quitando el seguro. Se saco una de las manos del bolsillo y lentamente fue corriendo la puerta. Abriéndola poco a poco hasta que todo su interior se alcanzara a percibir.

JongIn sonrió con malicia.

El pequeño joven estaba recostando en la gran cama. Una parte de su cuerpo la cubría una bata de seda color negro. Sus brazos se mantenían a cada costado de su cabeza. Sus piernas se recogían una encima de la otra con pétalos de rosas a cada lado. Su pecho subía y bajaba lentamente, como consiguiendo mas aire después de haber estado agitado. Su pequeña cabecita estaba recostada hacia el lado derecho de esta pero su mirada se mantenía en JongIn.

Deseo y placer, eso era lo que exhalaba cada hormona del cuerpo del más pequeño al notar la presencia del moreno en la habitación. Su cuerpo le pedía. No lo conocía pero con solo verlo en la puerta de la habitación, supo que era el chico que quería dentro, el que quería que lo poseyera. Tampoco sabía la razón o el porqué, pero quería que así fuera. Que nada interrumpiera.

Por un instante le pareció conocido. Su rostro era muy familiar al de alguien. Pero al bajar un poco más la vista, eso le dejo de importar. Quería concentrarse en otra cosa.

JongIn no resistía sentir como la pequeña erección crecía dentro de su pantalón. ¿Y solo por verlo de esa forma? Se pregunto mentalmente sin creérselo. Tal vez no era por él. Hace tiempo no tenia sexo, debía ser por eso que estaba tan desesperado ¿Cierto?

Su entrepierna decía otra cosa.

Con una sonrisa en los labios entro en la habitación. Esta estaba inútilmente iluminada por una pequeña luz roja. Muy escasa como para preocuparse de ella. Con la misma mano que abrió la puerta fue cerrándola hasta quedar completamente aislados de todo.  Sus ojos negros y profundos analizaban cada rincón del cuerpo del más pequeño. Sin perderse en detalle se quito el bléiser negro que hacia juego con su pantalón. Lo dejo caer en algún rincón de la habitación y se aproximo hasta la orilla de la cama, sin quitarle la vista de encima.

Quería comerlo con la mirada pero no podía solo hacer eso.

El más joven se levanto débilmente de su posición, sentándose con ambas piernas a sus costados. Sintiéndose demasiado pesado y excitado, comenzó a arrastrarse por la cama con intenciones de llegar hasta donde el moreno se encontraba observándolo. No quería hacer mucho esfuerzo ya que su cuerpo reaccionaba por si solo pero tenía que hacerlo. Al llegar a la orilla subió levemente cada una de sus manos al cuerpo de JongIn. Tenía miedo de tocarlo, se veía tan superior a él. Pero el placer podía más que la cordura. Coloco ambas manos en el pecho de JongIn y se aferro fuertemente a su camisa. Sin quererlo su cabeza se recostó en su pecho también. Su respiración subía y bajaba. Quería que comenzara y pronto.

―Solo una cosa. No te enamores ―hablo JongIn seriamente antes de acercar sus manos a la nuca de LuHan para besarle.

JongIn se sorprendió de haber hecho aquello, pero una vez que la lengua de LuHan tocó sus labios, pidiendo paso, el moreno se olvidó de las palabras que había pronunciado. El mayor abrió la boca ligeramente y comenzó a corresponder al beso de forma voraz, con urgencia. Lo cierto era que LuHan, desde el momento en que lo había visto, se había convertido en una necesidad, en un vicio para el moreno.

Un vicio que JongIn ya no era capaz de controlar.

Cuando LuHan comenzó a deslizar sus manos por la espalda de JongIn, éste se vio obligado a agilizar sus caricias. El más alto montó a LuHan sobre sus caderas y condujo sus manos hasta los muslos del menor, tirando de ellos para que quedasen a ambos lados de su propio cuerpo. LuHan cruzó las piernas alrededor de la cintura del inmortal y gimió cuando su espalda chocó contra la cama que tenía tras él.

JongIn atacó con urgencia los labios del más joven, mientras dirigía sus manos libres hasta la bata negra del mismo, para arrancársela de inmediato. LuHan gimió cuando sintió al mayor lamiendo su cuello mientras jugueteaba con sus pezones provocativamente, usando los dedos.

— Oye… —LuHan gimió en la oreja de JongIn al sentir una palpitación en su propio miembro.

— ¿Qué pasa? —preguntó JongIn en voz baja, deteniendo lo que estaba haciendo y forzando aún más su cuerpo contra el de LuHan, aprisionándolo contra la cama.

— Rápido… Te necesito… —susurró LuHan entre la respiración pesada, sintiendo el roce de sus erecciones.

JongIn sonrió antes de deshacerse de su ropa a toda prisa mientras LuHan lo observaba atentamente.  No existía pudor alguno y ninguno de los dos se sonrojó siquiera al verse desnudos.

LuHan sonrió antes de ponerse de pie y pegar su cuerpo al de JongIn mientras lo besaba. Los toques eran urgentes y nada castos; JongIn pasó la lengua a lo largo del cuello de LuHan para probar su sabor. “Delicioso”, pensó. El moreno apretó la cintura de LuHan, forzando el paso de una pierna entre los muslos del menor.

Ambos siguieron besándose y torturándose con las manos mientras se acostaban en el centro de toda la cama. JongIn se colocó sobre LuHan y éste mantuvo sus cuerpos pegados, rodeando la cintura del más alto con las piernas. Sus erecciones se rozaban, ahora sin ningún tejido de por medio, mientras JongIn deslizaba su cuerpo sobre el de LuHan, aumentando la fricción entre ambos cuerpos desnudos.

— Eres hermoso —confesó JongIn en un susurro contra la piel del cuello del menor, mientras seguía moviéndose sobre él. Las palpitaciones de ambos miembros estaban rayando en la locura y el líquido pre seminal ya salía de la extremidad de ambos.

LuHan no esperaba escuchar aquello, y sintió que las mejillas le ardían.

LuHan sonrió, obligando con las piernas a JongIn a girarse para invertir las posiciones. El menor estaba ahora sobre JongIn y le sonreía maliciosamente.

— ¿Qué hac…? —comenzó a decir JongIn, pero se detuvo al sentir a LuHan haciendo movimientos circulares con las caderas sobre él. El moreno gimió en voz baja al notar su miembro rozando contra la intimidad de LuHan.

El menor agarró ambas manos de JongIn y se las juntó por las muñecas.

— No me toques… —dijo LuHan en tono autoritario, colocando ambas manos de JongIn sobre su cabeza— Así es mas divertido.

JongIn no entendía por completo lo que el menor pretendía, hasta que notó cómo hacía movimientos de vaivén con el cuerpo, frotando el miembro de JongIn contra su propia entrada muy lentamente. El moreno cerró los ojos y abrió la boca, gimiendo ligeramente.

Ahora entendía porque el pequeño era uno de los más caros de todo el lugar.

LuHan se acostó sobre el tronco de JongIn y le mordisqueó la barbilla sensualmente.

— Haré esto hasta que me supliques que te deje entrar dentro de mí —susurró LuHan contra la piel fría del otro.

JongIn abrió los ojos y arqueó un poco la espalda cuando sintió una vez más su miembro rozando la entrada de LuHan, pasando de largo justo después.

— ¿Por qué eres así? —gimió JongIn con dificultad entre la respiración pesada. Todavía tenía ambas manos juntas, como si estuviesen atadas, sobre su cabeza. Se estaba conteniendo para no atacar a LuHan y hacerle suyo hasta que le implorase perdón por ser un chico tan travieso.

— Porque es más…agh…divertido —susurró LuHan, sin dejar de moverse sobre JongIn. Se bamboleaba sobre el miembro del mayor, humedeciendo su propia entrada con el líquido pre seminal del más alto.

JongIn gimió cuando sintió su miembro palpitando contra la entrada de LuHan; ni siquiera habían comenzado y el moreno ya se sentía al límite. Mordió su labio inferior y pensó si no sería mejor acercar sus manos hasta las caderas del menor y obligarlo a sentarse sobre su miembro.

— Suplica… —susurró LuHan contra la piel de JongIn.

Le encantaba que el menor lo dominase, aunque obviamente no se lo diría.

— Por f… ¡ah! —JongIn intentó hablar, pero gimió cuando LuHan hizo un movimiento rápido con la cadera, aprisionando el miembro del moreno contra su piel—. Por favor… déjame entrar dentro de ti…

JongIn murmuró esas palabras con dificultad, por culpa de su respiración descompasada y del placer, que hacía que sus ojos se humedeciesen.

— No te oigo… Tendrás que hablar más alto.

LuHan permanecía tendido sobre el mayor. JongIn estaba demasiado excitado, demasiado ansioso y demasiado avergonzado. ¿Qué estaba haciendo el menor con él?

— LuHaaannn… No seas así…. —murmuró, y sintió que el menor clavaba las uñas en su cintura—. ¡A…ah! Vamos… déjame entrar dentro de ti….

JongIn se sentía ardiendo por dentro como nunca antes se había sentido, aunque su piel siguiese fría. LuHan estaba satisfecho, y sonrió al depositar un beso en la mejilla del más alto.

— Está bien. Como órdenes.

LuHan sonrió y se incorporó, quedando nuevamente sentado sobre el miembro de JongIn. El menor acercó dos dedos a la boca del moreno y se los metió en la boca, obligándolo a que los chupase. JongIn no cuestionó su acción y pasó la lengua entre los dedos finos y delicados de aquel joven.

Una vez que los dedos estuvieron lo suficientemente húmedos de saliva, el menor los acercó a su propia entrada. Con las rodillas apoyadas en el suelo, LuHan se curvó un poco y penetró con ambos dedos en su interior, al mismo tiempo.

El menor comenzó a gemir de dolor y apoyó su mano libre en el pecho de JongIn, arañando su piel para tratar de aliviar su dolor. Trataba de dilatar el espacio lo máximo posible en el menor tiempo.

Cuando el menor dejó de sentir tanto dolor, retiró los dedos de su interior y agarró el miembro de JongIn, sintiéndolo palpitar en su mano.

El moreno gruñó enfadado, alzando las caderas y forzando la entrada de su miembro en LuHan. El menor se rió un poco mientras se sentaba lentamente sobre JongIn. Dado que en comparación con sus dedos, su miembro era mucho mayor y más grueso, LuHan sintió una gran molestia en el momento de la penetración y se mordió los labios con fuerza para no gemir de dolor.

LuHan gemía mientras comenzaba a moverse lentamente sobre el miembro de Kai.

Éste se mordió el labio inferior para ahogar un gemido mientras LuHan se movía sobre él. El moreno podía sentir el interior caliente del menor comprimiéndose a su alrededor.
LuHan gimió en voz alta, apoyando ambas manos sobre el pecho de JongIn, y comenzó a moverse con más rapidez; las lágrimas comenzaron a deslizarse de sus ojos por el dolor y el placer intensos.

―No…No me toques ―dijo el menor al notar como la mano de JongIn se dirigía a su rostro.

Ninguno de los dos rompió el contacto visual y el moreno cerró los puños con fuerza, intentando controlarse para no atacar al más joven. Pero cuando JongIn sintió una lágrima de LuHan cayendo sobre su pecho, no pudo más y desobedeció sus órdenes.

El menor se asustó cuando sintió que las manos de JongIn lo agarraban con firmeza por las caderas para obligarlo a inclinarse hacia un lado. Ambos acabaron rodando por la cama y JongIn quedó sobre LuHan, todavía dentro de él.

LuHan iba a empezar a reclamar, pero JongIn atacó su boca con los labios. El menor gimió dentro de su boca al sentir que comenzaba a moverse lentamente, saliendo completamente de dentro de él para volver a penetrarlo profundamente de una sola embestida.

El menor rodeó las caderas de JongIn con sus piernas para que le resultase mucho más fácil penetrarlo, con más velocidad y profundidad. LuHan comenzó a gemir en voz alta mientras él lo embestía al mismo tiempo que mordía su hombro, tratando de no gemir en un tono audible.

Cuando JongIn sintió que las uñas de LuHan se hundían en su espalda, gimió en voz alta acompañando al menor, quien respiraba pesadamente. Aunque nadie estuviese tocando el miembro de LuHan, éste se sentía al borde del abismo con el simple roce de sus cuerpos.

—  ¡Ah! —gimió LuHan arqueando la espalda cuando JongIn acertó en su próstata en una embestida profunda.

JongIn sonrió y comenzó a clavar a LuHan en su punto más sensible cada vez que lo penetraba, cada vez más rápido, una y otra vez. El sudor perlaba su frente y los sonidos que ambos hacían al moverse eran demasiado eróticos para los oídos acostumbrados de JongIn.

— Es… esto… estoy… ¡ahh! —gritó LuHan antes de soltar un gemido largo, corriéndose en el espacio que quedaba entre su cuerpo y el de JongIn.

Éste no detuvo sus movimientos, y cuando sintió el interior de LuHan contrayéndose alrededor de su miembro, gimió en voz alta y embistió al menor unas cuantas veces más antes de llegar al orgasmo. Tras eso, acercó su mano a la de LuHan y, entrelazando sus dedos, se la apretó.

JongIn decía algunas palabras inconexas en medio de gemidos en voz baja que no conseguía contener. Era increíble como sólo se sentía así, completamente vulnerable, cuando estaba junto a LuHan.

El menor arqueó la espalda una vez más cuando sintió la corrida de JongIn llenando su interior, y éste siguió embistiendo a LuHan unas cuantas veces, tratando de prolongar el placer intenso que estaba sintiendo.

Placer que hace años no sentía.

Cuando notó que sus fuerzas de desvanecían, el moreno se desplomó sobre el frágil cuerpo del mas bajo. Ambos respiraban con dificultad.

Después de suspirar profundamente, el mayor se apoyó en sus manos y salió de dentro del cuerpo del menor con calma, cayendo a su lado poco después. Ambos estaban lado a lado, admirando el techo blanco de la habitación. Las palabras sobraban o eso creía JongIn.

Se movió lentamente entre las sabanas y acomodo su cabeza en el cuello de LuHan, lamiéndolo como si fuera un dulce. Sin previo aviso sus dientes se enterraron en el blanquecino cuello del menor, dejando una marca roja. Un pequeño quejido abandono los labios del menor arrancándole una sonrisa de satisfacción al moreno. Lentamente se acerco a su oído.

― Nos vemos pronto LuHan…

••••••••••••••••••••

La llamada que recibió en el receso de clases lo dejo preocupado el resto del día. Su jefe necesitaba hablar con el urgentemente.

De camino al trabajo pensó en todas las posibilidades por las que su jefe lo necesitara tan urgentemente. De hecho, le dejo varios mensajes de texto después de hablar con él. Se sentía nervioso y a la expectativa.

Al llegar a la oficina, golpeo levemente la puerta y espero a que le dieran paso para poder entrar.

―Oh LuHan, adelante.

El joven hizo una leve reverencia y se acerco hasta donde se hallaba un señor de pelo blanco y algunas arrugas en el rostro. Este le sonrió levemente antes de hablar.

―Pequeño, antes que nada perdón la insistencia pero lo que te voy a decir es algo  importante.

LuHan asintió confundido. ¿Qué será lo que tanto le quería decir su jefe?

―Ya no trabajaras más en este sitio.

LuHan palideció.

―Pe-pero señor. ¡Usted sabe que yo necesito este trabajo no me puede hacer esto!…

―Cálmate LuHan y déjame terminar ―hablo el hombre tratando de ser lo más racional posible.

El más bajo agacho la vista y asintió tembloroso. Esta no era una buena noticia. ¿A dónde quería llegar con todo esto?

―No trabajaras mas aquí porque…

― ¿Por qué?….―lo animo a continuar―.

―Han solicitado tus servicios como “chico de compañía” las 24 horas del día por tiempo indefinido.

Si LuHan antes se sentía como la peor escoria del mundo. Esto lo hacía sentir peor, como si no valiera nada realmente y pudieran jugar con él a su antojo. Se sentí sin valor alguno por su vida.

―Y… ¿P-puedo saber con quién…trabajare?

Su jefe asintió

―En esta carpeta ―abrió uno de los cajones de su escritorio; saco una carpeta color negro y se la ofreció― Encontraras todo acerca de la persona con la que trabajaras.

LuHan asintió tomando la carpeta. Tenía miedo de abrirla.

―A partir de ahora ya no debes venir aquí. Solo cumple los horarios que te especifique tu cliente. Y no te preocupes, no interrumpirá tus estudios. De eso me encargue personalmente.

LuHan le dedico una leve sonrisa y justo después de despedirse del dueño del lugar, abandono el club nocturno. Infernal ya no sería más su lugar de trabajo, por ahora.

•••••••••••••••••••••

Estaba en su casa, sentado en el sofá de la sala y con la carpeta negra en sus manos (aun sin abrirla).

Suspiro triste. No quería hacer eso. Su mente le decía que quemara la carpeta y se mudara de país. Ya lo había hecho una vez, podía hacerlo otra. Negó repetidamente con la cabeza y se dispuso a abrirla. Se sentía el peor puto de todos.

Con decisión tomo la pasta de la carpeta y la abrió. Sus ojos repasaron lo que primero decía y la foto anexa. Esto no podía ser cierto…Era el chico de la noche anterior.

―Kim JongIn…

Continuara…

firma blog

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Infernal by Xiao Vico {Victoria Correa} is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional License.
Creado a partir de la obra en https://utopiakfiction.wordpress.com/2013/11/07/infernal-twoshot-primera-parte/.

16 comentarios en “Infernal {TwoShot} {Primera Parte}

    • Hola amiguita y gracias por comentar. A mi también me gusta mucho mucho el KaiLu >.< por eso lo escribí así jeje. Pronto tendrás la conti (ando algo ocupadita) y espero te gusten el resto de mis historias Chau Chau

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    • Gracias por comentar amiguita ^^ Yo también eh encontrado muchos de los fics que mas amo de casualidad… pasa muy seguido =) La segunda parte… esta en proceso… créeme… >.< ¡Yo también amo el KaiLu! Es como… asdfgh ♥ y sexo salvaje…ok no jeje. Saludos a ti y espero leerte en la conti Chau Chau

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  1. *w* estupido y sensual Luhan, por que cada fics que leo siempre que tiene que ser el! Agh! Me encanto nonna sigue asi con tus fics – y enamorado de un adolescente? Que paso? La 2da tempo? Xcuando?- no te obligo ni te exigo solo pregunto ^^ me encanto! Una vez mas!

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    • Gracias por comentar amiguito ^^ LuHan es tu destino así que por eso tienes que encontrártelo en cada historia… mentiras jeje. ¡Que genial que te haya gustado! ♥ La historia de ¿Enamorándome de un adolescente? sigue en procesos creativos ¬¬ Ok no, aun no se si seguirla >.< y que lindo eres… ¡Que bueno que te gusto! Y espero leerte en la próxima historia que subiré -pulgar arriba- Chau Chau

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    • Gracias por comentar amiguita ^^ Yo también amo el KaiLu así que… bueno… Fue hecho con mucho cariño para todas ustedes y muchas gracias por darle una oportunidad y ♥Que genial que te gusto♥ Espero leerte en mis otras historias Chau Chau

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¡Gracias por comentar! ♥