Te amaré por siempre {Oneshot} {Capítulo Único}

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Disclaimer: Los miembros de EXO no me pertenecen, son libres,  se pertenece a sí mismo como a la empresa. Esto es sin ánimos de lucro, el único fin es entretener a las (os) lectores.
Título: Te amare por siempre
Género: Drama, Tragedia
Categoría: Yaoi
Clasificación: ATP
Autor: Cheshire
Grupo: EXO
Nota: Este one shot, está basado a la película “Desde mi cielo” (se las recomiendo) llevaba tiempo intentando escribir un Fic del hunhan, se me vino la idea a la cabeza y salió. A ver qué tal les parece…^^  Le agradezco a Pandita In, porque ella me dio algunas ideas para finalizar el Fic.

Te amare por siempre
Amor no sigue la fugaz corriente de la edad, se deshace los colores de los floridos labios y mejillas, eres eterno, amor.
(William  Shakespeare)

 

Desde pequeño, siempre me gusto mirar el invierno. Me encantaba ver los paisajes cubiertos de nieve. Los dulces aromas que despedía.
Pero sin duda lo que más me gustaba; era ver a ese chico, Xi LuHan. El hacía que  todo se viera más hermoso, la nieve combinaba perfecto con su piel blanca, su hermosa sonrisa hacia que los paisajes cobraran más brillo, y el sol resaltaba sus brillantes ojos marrones.
Llevaba tiempo viviendo con él, después de confesarme su amor por mí, que celosamente había guardado durante años.
Todas las mañana al despertar me esperaba un cálido beso de buenos días, mientras que yo me encargaba de hacer el desayuno. Ambos teníamos bajo tutela a Joan, un pequeñín que nos habíamos encontrado en la puerta de la casa. Algún padre desobligado lo había abandonado ahí, pero sinceramente, estaba mejor con nosotros que con ellos.
Vivíamos sin hacerle daño a nada ni nadie. ChanYeol me dijo que cuando hacías una buena vida como un buen samaritano, te era recompensado con una larga y feliz vida al lado de mis seres amados…

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Como siempre…Park ChanYeol…se equivocó…
Mi nombre…Oh SeHun, fui asesinado cuando tenía 18 años…

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-Le gustas a Melisa- Comente una noche en la cena con Joan a mi lado. LuHan solo me miro y frunciendo el ceño.
-¿Melisa? ¿Quién es?-Cuestiono, sabía quién era, a LuHan nunca le había gustado que yo hablara de ella, él tenía presente que me amaba, y yo también lo sabía, pero  siempre le recordaba a esa chica solo para hacerlo molestar un rato, luego se le pasaría.
-Ya sabes, la chica del restaurant…-Vacile por unos momentos, podía sentir su mirada penetrante sobre mí.
-¿Te refieres a la chica alta?-Volvió a cuestionar. Bufe en forma de burla, dejando escapar una pequeña carcajada.
-No es alta, solo usa zapatos de plataforma. –Finalice, LuHan había comenzado a seguirme el juego, y si yo seguía así, iba a ser yo quien terminara molesto.

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Mi asesina llevaba tiempo acechándome. Lo hubiera notado si tan siquiera no me hubiera metido tanto bobeando con LuHan.
Me observaba, y memorizaba cada una de mis acciones que realizaba en todo el día. Él era un animal que estaba al asecho, aguardando y vigilando a su presa. Esperando al momento en que se distrajera para poder atacar y matar…

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-A la escuela, Joan.-Ese día LuHan estaba muy aplicado, queriendo llevar todo como era debido.  –Vamos SeHun hermoso, es hora. –Me apresuro. Reí por su paternal manera de cargar a Joan. Y llevarlo entre sus brazos.
Después de dejar al pequeño en la primaria, nos encaminamos al instituto, íbamos a buena hora, por lo que ambos íbamos a paso lento, disfrutando de la mañana fría que había caído. Con las calles blanquecinas, cubiertas por una linda capa de nieve.
Al llegar al instituto nos encontramos con BaekHyun, él vivía con nosotros por diferentes cuestiones. Él era mi hermano menor, vivía con nosotros ya que mis padres lo habían echado de casa, el insistía en que se mudaría a otro lugar para no sobrar con LuHan, Joan y yo, aunque nunca le deje hacerlo. Siempre me decía que LuHan y yo éramos la pareja perfecta, él era la esposa y mamá que Joan nunca pudo tener, mientras que yo era el esposo que cualquier mujer desearía.
Después de esperar un tiempo, entramos al salón de clases,  el día de hoy estaban aún más aburridas de lo que eran normalmente.
El día se me paso volando, y en un abrir y cerrar de ojos LuHan y BaekHyun habían terminado sus clases. Mientras que a mí, todavía me quedaba la clase de artes, me gustaba mucho esa clase, pero siempre la tenía muy tarde, lo que hacía que no pudiera regresar a casa con mi novio y hermano.
-¿Te vas? –Pregunto LuHan haciendo un leve puchero. Le mire y sonreí, me sentía sonrojado, seguramente así lo era.
-Tengo clase de artes. –Suspire pesado. Él me sonrió acercándose a mí, rodeando mi cuello y rozando mis labios con los suyos.
-Pues ya que, te veo en la casa. –Me volvió a sonreír. Asentí, y vi cómo se acercaba BaekHyun a nosotros. –Te amo…-Susurro pegando sus labios con los míos nuevamente. Sonreí.
-También te amo. –Me quede en el pasillo un rato observando a LuHan y BaekHyun desaparecer entre la densa neblina que había ese día.
Entre a la clase de artes, no sin antes ver al chico que se sentaba en el rincón del fondo; Zhang Yixing, o Lay como muchos le decían, siempre era tan callado, reservado consigo mismo que era realmente raro verlo platicando con alguien más.
Sin más me senté en la silla esperando a que la clase pasara. Cuando por fin termino la clase, salí del instituto para comenzar a caminar por una calle un tanto oscura, no me gustaba caminar por ahí. Lo hice al ver que Lay comenzaba a caminar por esa dirección. Sin más le seguí, tratando de no alejarme mucho de él. Me daba mala espina andar por ahí.
Moví mi mochila tratando de sacar mis guantes. Pero una hoja rebelde se escapó de entre los guantes, era una nota que LuHan me había dado ese mismo día, aun no la leía, por lo que no podía perderla, no aun.
Comencé a correr tras la hoja de papel  que era llevada por el viento. Corrí para alcanzarla, pero el viento insistía y la llevaba lejos de mí. Hasta que me topé con una mujer de una edad media, ella también intento atrapar el papel rebelde, pero la hoja se negó. La había perdido, me disculparía con LuHan más al rato.
-Se fue…-Me dijo cuándo la hoja fue levantada por el viento, mientras la alejaba más de mí. –Espero que no fuera nada importante.- Me sonrió. Le devolví el gesto con timidez y tal vez algo de desconfianza. –Oye tu eres SeHun ¿verdad?-Cuestiono divertida.
-Si…-Sonreí, mientras miraba a mi alrededor. Lay estaba lejos, ni cuenta me di cuando se me perdió de vista.
-Soy tu vecina, Nila. –Me volvió a decir.
Quería salir de ahí, por lo que comencé a caminar, mirándole y dedicándole sonrisas tímidas a todo lo que me decía, mientras caminaba para alejarme lo más rápido que pudiera. Hasta que dijo algo que capto toda mi atención…
-Oye, LuHan me dejo algo para ti. –Me informo. LuHan no me dijo nada, seguramente era una sorpresa por lo que pensé que lo que decía aquella mujer era verdad.
-¿Enserio? –Cuestione.
-Sí, está ahí adentro. –Señalo una pequeña casa, donde se podía contemplar que era un escondite. Me llamo la atención, por lo que sonreí más abiertamente. –Entra, adentro te daré lo que tu novio me dejo para ti.-Finalizo. Le mire y me sonrió, y por primera vez note que tenía unos grandes ojos verdes.
Hice caso a lo que me dijo y entre hasta llegar a la estancia. Era una pequeña casa, pero tenía todo lo necesario para pasar un buen rato. Estaba bien iluminada, con algunas cosas comunes, unos cojines, donde me senté, mientras que una fogata para darle calor al pequeño cuarto.
-¿Te gusta? –Comento. Asentí mientras ella me habría una botella de refresco y me la pasaba, le di un sorbo.  Me enseñaba  todas y cada una de las cosas que tenía dentro, mientras que yo le daba un pequeño sorbo a la bebida. -¿Qué tal he?-Me pregunto después de terminar de enseñarme todas las cosas.
Observaba el interior ignorando lo que él me decía, estaba pensando que LuHan no le conocía, aunque era nuestra vecina, nadie sabía mucho de ella, por lo que comencé a pensar que tal vez y lo que me había dicho esa mujerera una trampa, y yo como un inocente ciervo, había caído directo en ella.
Estaba perdido pensando, y comenzando a ponerme nervioso, mis manos comenzaban a sudar, mientras que ella me seguía sonriendo. Sentí una mano encima de mi cabello, despeinándolo y esponjándolo, me corrí hacia atrás alarmado, nadie me tocaba de esa manera más que LuHan.
-Me gusta tu cabello. –Me susurro. Y me vio de una manera un tanto obscena, comenzaba a ponerme más nervioso de lo que ya estaba.
-Me tengo que ir. –Comencé a colgarme la mochila, listo para levantarme, cuando sentí  su mano posarse en mi hombro. Me provoco un mareo, y eso y la fuerza que utilizo, me hizo volver a quedar sentado en el mismo lugar.
-No, se amable. Tienes que ser amable. –Pronuncio con dureza, mientras que su mano hacia fuerza y me regresaba a sentarme donde estaba anteriormente. –Hace calor ¿no crees? –Me pregunto mientras que ella se sacaba la chamarra que llevaba puesta.
Mire a mi alrededor buscando algo con que defenderme. Encontré la salida, el espacio era pequeño, pero era suficiente para poder correr y salir de ahí. Me vigilaba con la mirada, mientras que yo recorría mi vista por todo el lugar, intentando encontrar algo con que golpearla para poder salir de ahí.
-Eres muy atractivo SeHun. – Musito, poniéndome los pelos de punta.
-Gracias…-Alcance a responder entrecortadamente, mi voz comenzaba a fallar. Entendía todo, lo de LuHan era una mentira. Solo me había engañado para entrar ahí, ¿Conque propósito?
-Es bonito aquí adentro ¿verdad?-Cuestiono mirándome, queriendo casi desnudarme con la mirada.
-Sí, lo es. –Asegure –Es muy bonito aquí abajo. –Confirme mirando hacia la salida. Me siguió con la mirada y pareció entenderlo, por lo que se aliso y se acomodó mejor en su cojín, quedando lista para correr por si yo lo hacía.
-Tengo que irme…-Susurre entre cortado. Me escucho claramente, y negó con la cabeza, sonriéndome como si nada pasara, mientras mi desesperación corría por mis venas.
-No te dejare hacerlo. No quiero que te vayas. –Me miro con malicia. Me encogí abrasándome a mí mismo, mientras que caía en cuenta del grave error que había cometido. –No te are daño mi SeHun…-Aseguro, con una clara sonrisa falsa.
No espere más y corrí en dirección a la salida, subiendo los dos primeros escalones que se interponían entre donde yo estaba, y la salida, sentí como un peso mayor al mío se hacía presente en mi chamarra halándome, con claras intenciones de tirarme. Mi pierna derecha resbalo del escalón, provocando que me cayera, y ella detrás de mí halándome. Aun entre los mareos que ya eran más constantes, veía todo doble. Sentí como le daba una patada en la quijada, dejándola inconsciente.
O eso sentí yo al menos…
Me impulse de nueva cuenta logrando abrir la puertecilla, saliendo lo más rápido que me permitían mis pies, cayéndome al instante, manchando mis pantalones color beige por toda la extensión de mis pantorrillas. Tropecé varias veces, ya que el lodo hacia que mis pies se hundieran, haciendo mi huida más complicada.
Al salir de ahí, corrí lo más que pude, tratando de alejarme de esa mujer, seguía tropezando, pero no paraba de correr. Hasta que llegue a la calle que daba hacia mi casa. Corrí hasta ver a Lay, estaba agachado recogiendo algo, pero yo estaba muy asustado como para detenerme a preguntarle que hacía.
Corrí hasta llegar a la avenida principal. Me detuve un momento para dejar que el aire entrara a mis pulmones. Observando por primera vez que; las calles estaban cubiertas de neblina, densa y blanquecina, mientras que las calles y establecimientos estaban desolados, ni una sola persona caminaba por ahí, siendo que esos lugares era los más concurridos de toda la ciudad.
-No le has visto, se llama SeHun…-Escuche un eco a mis espaldas. La voz pertenecía a una persona que era igual a la miel. Me gire mirando un poco través de la densa neblina. Pude visualizar a LuHan caminando por las calles, con una fotografía mía en sus manos.
-Aquí estoy…-Pronuncie. Más el pareció no escucharme, seguía mirando hacia los lados, como si no me viera, preguntándoles a las demás personas lo mismo que había escuchado antes.
-Disculpe….-Se acercó a una pareja que muy amablemente escucho lo que estaba por decir. –Él es SeHun quiero saber si no…-
-¡LuHan! –Esta vez le grite con todas mis fuerzas.
Él se giró, como si me hubiese escuchado, comenzó a buscarme con su mirada, dejando a la pareja extrañados. Intente correr hacia donde estaba, pero un coche paso antes de llegar a él, volviendo a dejar todas las calles desoladas y con neblina.
Me detuve en seco, girando sobre mí alrededor para poder ver a mis espaldas. Comencé a caminar cruzando las calles, mientras gritaba el nombre de LuHan. Sin más comencé a correr de nueva cuenta, esta vez hacia mi casa.
Llegue hasta ella y me adentre, me detuve en la sala tomando mis rodillas inhalando un poco de aire, mientras que los jadeos seguían saliendo por mi boca. Mi casa se veía igual a las calles, sola y con neblina dentro. Podía escuchar la voz de BaekHyun cerca, pero no le veía.
Subí las escaleras  tropezando algunas veces, hasta llegar arriba. Revise cada una de las habitaciones sin encontrar nada. Me detuve un momento y choque mi cabeza contra la pared, mis lágrimas comenzaron a caer. Me deslizaba aun recargado contra la superficie, hasta que llegue a una puerta con luz en su interior. Me detuve unos momentos con mi mano sobre la chapa, haciéndola girar lo más lenta y delicadamente posible.
El interior del cuarto era en su totalidad blanco, mientras que en medio estaba una bañera con alguien dentro. Sus ropas estaban tiradas por toda la habitación, llenas de tierra y sangre, al igual que sus zapatos, dejando el piso asqueroso, lleno de sangre y lodo.  La bañera estaba al igual; manchada de sangre y tierra, el agua tenía aspecto de lodo, mientras que la mujer que estaba dentro seguía tan quieta, con una toalla puesta en su cara, con los brazos y piernas encogidas.
Me comencé a espantar, comencé a jadear, temiendo lo peor.
Volví mi atención al lavabo de igual color blanco, este tenía sangre dentro de sí, era mucha,  sus orillas tenían tierra y más sangre barrida. En una de las orillas del lavabo yacía una navaja con la cual se rasuran los hombres mayores. Esta estaba manchada, ensangrentada y enlodada.
A paso lento me acerque al lavabo, mirando a la navaja, era lo que más había captado mi atención. Hasta que estuve en frente del lavabo  pude notar que encima del grifo, estaba un collar  horrorosamente conocido.
Lleve mi mano hasta ello, para poder tocarlo. Era mi collar de plata que LuHan me había regalado un año después de convertirme en su novio. Me gire, al sentir un viento a mis espaldas.
La mujer de la bañera  comenzaba a moverse, reincorporándose en su lugar, mientras se retiraba la toalla que yacía en su cara. Caí en cuanta de que era la misma persona que me había mantenido en esa cabaña.
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No le había desmayado.
Nunca salí de ahí…
Nunca encontré a LuHan…
No lo volveré a ver…
Comencé a jadear. Comenzaba a darme cuenta de lo que sucedía. No era cierto…no lo era…comencé a gritar, gritaba desgarrando mi garganta, me dolía, pero no podía dejar de gritar.
Mi cuerpo lentamente comenzó a desvanecerse, gritaba. Mi voz comenzaba a fallarme, mientras me desintegraba cada vez más rápido, siendo arrastrado por un viento demoledor.

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Al día siguiente, encontraron los restos de la estructura que aquella mujer utilizo. Los policías acordonaron la zona poniendo cinta en toda el área, mientras que el detective llegaba a tomar en su control la situación.
Hurgo entre los restos de tabla y tierra, hasta encontrar mis guantes que no alcance a ponerme. Levanto ambas piezas y las metió en una bolsa de evidencia. Para luego enseñárselos a BaekHyun y LuHan.
-Encontramos esto detrás de la escuela…-Hablaba el detective con voz calmada y serena. Mientras que Baek se veía desesperado. LuHan se mantenía callado, escuchando todo lo que decía el detective.
-Y SeHun…-Alcanzo a pronunciar BaekHyun entrecortadamente, mientras se mordía el labio. – Kris, ¿Dónde está SeHun? –
-No lo encontramos…-Musito, ladeando su cabeza.
-E-eso es bueno ¿no? –Comento BaekHyun, siempre pensando en forma positiva…
-También había sangre…-Bajo su voz el detective, como si no quisiera que escucharan esa parte. –Era mucha por desgracia…-Bajo su cabeza. Y poco rato después de retiro de la casa.
BaekHyun se quedó en la cocina mirando un punto X de esta, mientras que LuHan, corría a la habitación. Al llegar al interior, se botó en la cama y comenzó a sollozar. Me partía el alma verlo así, pero yo sabía que ya no estaba cerca como para poder abrazarlo y besarlo como yo quisiera.
-Papá LuHanie… ¿SeHunnie  murió?- Sus palabras me taladraron la cabeza. No podía ser cierto…
-El, se fue al cielo cariño. –Abrazo a Joan. El pequeño acaba de despertarse, había escuchado el llanto de LuHan. Ahora Joan, también lloraba.

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Mi asesina no quería ser encontrado, por lo que comenzó a quemar todas las cosas que eran mías, quemo todas y cada una de ellas, solo se quedó con mi collar. Quería tener algo con que recordarme, para saciar su hambre, y calmar sus instintos.
Lo sentía…la vida se me iba. Pero no tenía miedo.
Entonces recordé que había algo que tenía que hacer, tenía un lugar a donde debía ir y donde quería estar…entonces lo vi…vi a LuHan sentado en ese mismo lugar, en ese sitio donde me dijo por primera vez que me amaba, que me amaría siempre…

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Cerré mis ojos, al abrirlos de nueva cuenta me encontraba en un bosque, dentro de un kiosco de madera fina. Salí de ese lugar e inspeccione el sitio en el que me encontraba. Al volver mi vista al kiosco, pude ver una hoja de papel. La misma hoja de papel que había perdido. Camine hasta llegar a la banca donde estaba la hoja y la tome con sumo cuidado.
Al abrirla pude ver que, en efecto, la carta era de LuHan. Tenía su hermosa letra, mis lágrimas comenzaron a correr, mientras que yo leía para mí en voz alta.
“El amor es un loco tan leal, que en todo cuanto hagáis, sea lo que fuere, no habrá mal alguno.
El amor, como ciego que es, impide a los amantes ver las tonterías que cometen…
El amor alivia como la luz del sol después de la lluvia
Te amo SeHunnie, espero que siempre lo tengas en cuenta… y, sabes que te amo,  y así será siempre
Atte. : LuHanie”

Cerré mi ojos nuevamente, concentrándome en ver a LuHan, deseándolo con todo mi ser. Mi mente comenzó a navegar, comencé a ver sombras que para nada pertenecían a los árboles, hasta que pude verlo claramente.
Estaba donde mismo, sentado en la estancia de siempre en el parque, siempre en la misma banca. Se veía decaído, con grandes ojeras asomándose debajo de sus ojos, mientras que su mirada ocultaba las lágrimas que él no dejaba salir. Él era fuerte, pero, por alguna razón no lo veía así.
-¿Tu eres LuHan? –Observe mejor. Pude ver a Lay, se ponía en frente de LuHan. Me acuclille a un lado de LuHan.
-Sí, ¿porque? –Pregunto serio, el LuHan callado volvía a hacerse presente.
-Esto es tuyo…-Lay comenzó a buscar de entre sus cosas de su mochila, sacando una hoja de papel. La misma hoja de papel que había recogido esa noche que le vi. Era la misma hoja de papel que se había escapado de mis manos.
Se la arrebato de las manos, mientras le miraba serio, abrió el papel sin cuidado alguno. Para después volver a mirar a Lay, él es mantenía de pie con una expresión de nerviosismo.
-¿Quién te dio esto? –Cuestiono con voz molesta y profunda.
-Lo encontré. –Se escudó. Y, en cierta manera, era la verdad. -¿Estas bien?-Pregunto mientras tomaba asiento. Me miro. Me miro, pero… ¿Él podía verme?
-SeHun se ha ido…-Susurro con voz rota. Suspire cerrando mis ojos, por más que quisiera, no podía tocarle, ni él podía verme.
-¿Qué tal si no? –Repuso Lay. LuHan le miro confuso. -¿Qué tal si aún está aquí? Si aún nos está observando…-Susurro como si supiera donde estaba. Me miro y sonrió. – Si aún está aquí, observándote…-Me sonrió aún más. –Y si él está aquí…a tu lado… –
Abrí los ojos, él me podía ver. Eso estaba más que claro.
Camine hasta quedar frente a ellos dos, Lay me miraba a los ojos, mientras que LuHan intentaba seguirle la mirada. Él no me veía, pero Yixing sí. Podía comunicarme con LuHan atreves de Lay. Toque la mejilla de LuHan, sonreí. Me acerque más y le di un beso en su frente.
-Dile que le amo…-Le pedí a Lay. El asintió y me sonrió.
-SeHun dice…que te ama. –Aseguro.
-Puedes verlo –Cuestiono al instante. Lay le asintió, LuHan le miro indagante, luego sonrió y comenzaron a platicar.
Le toco el hombro a LuHan, él le vio con expresión confundida. Me separe de ellos, y comencé a volver al pequeño kiosco. Lay dejo de verme, y yo deje de escucharlos. Y todo se volvió borroso  hasta que ya no pude ver más.
-No deberías hacer eso…-Una voz se hizo presente a mis espaldas, haciéndome saltar del susto.
-¿Qué? ¿Quién eres? –Cuestione al instante.
-Él te vio, ese chico…-Camino hacia mí. –Él te llevara por el resto de su vida. –Hizo un ademan y comenzó a caminar. –No puedes mirar atrás, debes continuar…- Comenzó a caminar dejándome atrás, confundido.
-Hey, vuelve…-Sin saber porque comencé a caminar tras el chico de piel morena, a pasos largos, casi corriendo para poder alcanzarle. –Espera…-Casi grite, aunque ya lo tenía bastante cerca. -¿Quién eres? –Le volví a preguntar.
-Soy Kai…Kai In. –Finalizo, no paraba de caminar. El daba grandes zancadas, mientras que yo, prácticamente corría.
-¿Kai In?, ese no es un nombre –Cuestione más extrañado aun.
-No lo es, mi nombre  no me gusta. Así que solo soy Kai. –Sonrió y soltó una carcajada –Puedes hacer lo que quieras acá arriba –
Mire extrañado el lugar. Conforme íbamos caminando, las cosas iban cambiando. Las estaciones del año, los paisajes, la primavera, verano, el otoño, y el invierno. Lucían más hermosos, aunque…sin LuHan, las cosas perdían su brillo.
Las estaciones cambiaron, parecía un otoño. Y a lo lejos se contemplaba un árbol frondoso, apto para descansar, mientras que era rodeado por pastizales verdes. Mire a Kai, el miraba hacia el frente, caminábamos hacia esa dirección, así que no dude en preguntar:
-¿Qué es eso? –Pregunte con voz baja.
-A dónde vamos…-Se giró, y me dedico una sonrisa cálida.

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Kai dijo que había un mundo, más allá de lo que conocemos…un lugar, donde no todos podemos ir. Es un lugar donde se puede descansar.
Donde no hay trigales…No hay memoria…No hay tumbas…
Pero todavía yo no miraba hacia adelante, todavía veía hacia atrás…Veía a LuHan, miraba a BaekHyun, y a Joan. Aun veía a todos aquellos quien yo amaba. Todavía no estaba listo para ir con él.
Por lo que tenía el derecho de estar en ambos sitios…podía estar más cerca de LuHan, sin que el llegara a verme.
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-No puedes regresar… -Kai  toco mi hombro y me hablo con voz sumamente suave. Me gire para verle.
-¿Quién eres? –Cuestione inseguro. Aun me aferraba a la vida. Comencé a dar pasos hacia atrás, alejándome de Kai.
-Se acabó…-Susurro. Pero aun así le alcance a escuchar muy bien. –Ven conmigo… -Me extendió su mano. Ladee la cabeza.
-No te conozco… ¿Por qué estás aquí?-Susurre. El negó con la cabeza.
-Necesitas dejar la tierra…-Cerro los ojos. Negué  con la cabeza, y comencé a caminar dando pasos a mi espalda. –Estas muerto SeHun, tienes que dejarla… -Negué aún más fuerte cerrando mis ojos con tanta fuerza, que una lagrima se escapó y corrió por toda la extensión de mi mejilla.
-Tengo que volver a mi casa… -Susurre. Me gire y comencé a caminar por una playa desierta.
Voltee a ver a Kai, el todavía estaba ahí. El árbol, poco a poco se deshojo, quedando las puras ramas, y sus hojas sueltas, se convirtieron en hermosos pájaros de pecho amarillo. Los cuales pasaban a mis lados, algunos pasaban rozando sus alas en mis mejillas.
Más lágrimas comenzaron a caer por mis mejillas, humedeciéndolas con su contacto, comencé a caminar, emprendiendo mi camino a una playa sola. Con algunos pasos más comencé a correr.
Jadeaba, corría lo más que podía. Veía a LuHan llorar, mientras que Joan jugaba con sus juguetes, LuHanie había sido capaz de apartar a Joan del dolor de mi perdida. Estaba a salvo con un padre como LuHan.

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Empezaba a sentirse a salvo por mi asesinato, sabía que la gente quería seguir, que querían olvidar. Que necesitaban volver a empezar de cero, curando las heridas que había dejado.
Se sintió tranquila y pensó que nadie sospechaba de, ella…
Pero hubo algo que mi asesina no entendió…
No entendió; cuanto puede amar una persona y dar todo por ella. Al grado de no olvidar…

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Llegue después de tanto correr, me encontré de nuevo en el kiosco.  Pude ver como LuHan extendía su mano, como si pudiera verme, como si supiera que estaba frente a él en esos momentos.
Extendí mi mamo, sin lograr tocarlo. Gire al sentir alguien de tras de mí, encontrándome con Kai, le sonreí  y asentí, el me miro confundido.
-Él está bien, estará bien…-Asentí más enérgico, el me devolvió la sonrisa todavía un poco confundido.  –Él sabe que estoy aquí, él sabe que aún estoy con el…-

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Con el paso del tiempo, BaekHyun entendió que LuHan no la estaba pasando nada bien, vivía tratando de encontrar un culpable. Acusando a cualquier persona, estaba tan dolido con la vida, no se resignaba a creer que yo ya no estaba con él. Seguía creyendo que algún día yo regresaría, y volveríamos a ser como antes.

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-¿Vendrás a casa?-BaekHyun hablaba por teléfono, se escuchaba victorioso, con una gran sonrisa en su rostro. –Ok, te espero mañana. –Finalizo y corto la llamada. Sonrió y se encamino a la puerta de la calle.
Había comenzado a hacer algunos ejercicios para mantenerse en buena forma y condición física. Siempre salía en grupos, acompañado de vecinos. Él se había vuelto muy desconfiado, desconfiaba en especial de la vecina solitaria de la casa de enfrente.

A la mañana siguiente, se escuchó un ruido de un coche, Joan salió disparado desde la cocina hasta la puerta. LuHan estaba en la habitación frente a la que él y yo compartíamos, no había vuelto  entrar a esa habitación desde que supo que yo me había ido.
Se removió incomodo, pero aun así bajo a paso lento de las escaleras; pudo escuchar a Joan gritar, camino más rápido, el pequeño volvió a entrar y con una gran sonrisa en su rostro, tomo la mano de LuHan y lo guío hacia fuera de la casa.
-Vez papá, es el tío Channie. Llego, tal y como lo dijo el tío Hyunnie –Siguió sonriendo. Soltó la mano de LuHan y corrió para abrazar a ChanYeol, este lo abrazo de igual forma, cargándolo y mirando a LuHan.
El miro a BaekHyun, quien regresaba de su caminata. Al sentir su mirada penetrante se encogió por los hombros y se limitó a saludar a ChanYeol. El más alto y BaekHyun pasaron de LuHan, mientras que este último tomo el brazo de BaekHyun.
-¿Qué hace mi primo aquí? –Pregunto sorprendido, ChanYeol era de los que avisaba cuando vendría de visita.
-No estas asimilando lo de SeHunnie, tu primo y yo estamos preocupados, y él se ofreció amablemente a ayudarte. –Finalizo, se soltó del agarre de LuHan y comenzó a caminar, al interior de la casa.
El tiempo en el que ChanYeol se quedó en casa, fue un completo desastre. Ese chico de cabellos castaños y ondulados, era un verdadero desastre. Ni siquiera sabía poner la aspiradora en encendido. Quemaba las comidas de Joan, dormía todo el tiempo, guardaba la tierra bajo las alfombras.
A LuHan no le parecía todo eso, BaekHyun se desentendía de todo eso, claro como era ChanYeol, todo  se lo dejaba pasar. LuHan limpiaba todo lo que podía, recogía las cosas que Joan dejaba tiradas, sacaba la tierra debajo de las alfombras. Pero, aun así, trataba de disimular el vacío que todavía habitaba en él.
-Joan recoge tus juguetes cariño…-Ese día LuHan estaba muy ocupado, limpiando el desorden de la casa. La habitación de Joan estaba a un lado de la que LuHan  y yo compartíamos.
La puerta estaba abierta. LuHan no entraría ahí, así como también se lo había dicho a ChanYeol y BaekHyun;  nadie entraba a esa habitación, estaba más que sellada. Estaba más que prohibido entrar a ese cuarto.
Siempre esperaba a que entrara, poder verlo un momento en ese cuarto, donde compartimos tantas cosas. Pero él se negaba, no quería entrar ahí. Le dolía. Negó con la cabeza y cerró la puerta, después dio un suspiro y se encamino escaleras abajo.

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Cada noche sueño lo mismo; el aroma de la tierra húmeda, el grito que nadie escucha…mi corazón latiendo sin descanso alguno…
Y puedo escucharlas…las voces de la muerte.
Quiero seguirlas…encontrar la salida, pero siempre vuelvo a la misma puerta…Estoy asustado…se…que si entro… jamás volveré a salir

Mi asesina, puede seguir viviendo mucho tiempo. Puede seguirse alimentando de recuerdos, una y otra vez…es un animal, sin cara, infinita.
De repente lo siente…el vacío regresando…y la necesidad vuelve a surgirle.
Se da cuenta de que cuando llegue el verano los amantes se escabullen entre los trigales, los sigue…y observa…

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-Por favor, vivo con esto diario…-LuHan casi gritaba…
-Esto es cansado LuHan, debes encontrar como continuar…-Hablaba ChanYeol muy molesto. Las discusiones entre ambos iban en aumento, se volvían casi diario.
-Estoy lidiando con esto…-Se escudó.
-No tienes visión…-ChanYeol estaba aferrado a encontrar una botella de aceite, pero las palabras de LuHan, lo cabreaban. Sabía que no era cierto, el no lidiaba con eso, así como también sabia…que aún no lo superaba. –Aprende a vivir con esto. –Sentencio con la mano que usaba para sostener el aceite.
-¡Vivir con esto, estoy haciéndolo! –Exploto LuHan, me extrañaba que aún no lo hiciera.
-NO, no es cierto. –Ataco ChanYeol –No dejas que nadie toque sus cosas, no quieres que nadie entre a su habitación. –Aclaro, con la voz alta.
-Eso…-Iba a defenderse de ese argumento, pero ChanYeol le interrumpió.
-Tienes una tumba en medio de tu casa…-Espeto ChanYeol.
LuHan pereció entenderlo, como un niño de seis años regañado, bajo la mirada. Mientras que sus lágrimas no tardaron en aparecer. ChanYeol suavizo su mirada y su voz, entendía su dolor, pero LuHan tenía todo su apoyo, él tenía que superarlo. Así lo aria.
-LuHan…-Susurro –LuHan ¿En realidad piensas que si sellas su habitación la pena se ira? –Cuestiono. LuHan cerró sus ojos y comenzó a llorar más fuerte.

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Mi asesina afino sus instintos. Supo que mi hermano se empezó a preguntar sobre la mujer solitaria que vivía en la casa verde. El parecía intentar forzarla. Y ella lo resintió
Empezó a sentir un cosquilleo familiar, lo sentía…la necesitad volvía a ella.
Comenzaba a planear como engañaría a BaekHyun para hacerlo caer en sus garras. Quería engañarlo, así como lo hizo conmigo.
El tiempo pasaba y a pesar de que LuHan intentaba actuar frente a ChanYeol, siempre decía que estaba mejor, intentaba sonreír más.
Había comenzado a cruzar más palabras con Zhang Yixing, se había vuelto una compañía constante, abecés Lay le decía a LuHan que yo estaba bien, que estaba a salvo, que era feliz en donde estaba. Así lo era, estaba bien. Pero, para LuHan no era suficiente.
Comenzó a pensar que…yo no era tan tonto como para irme con un desconocido. Comenzó a observar a cada uno de los vecinos, hasta llegar con Nila Morgan. Ella comenzaba a pensar en cómo  engañar a Baek, él era más listo, sabía que le costaría más trabajo…

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Un viernes LuHan regresaba de la escuela, sin ganas, caminaba por la acera del frente. Así hasta llegar a casa de la vecina Nila. Ella bajaba de su coche con unas botellas de vino fino. Eran la trampa perfecta.
Al ver a LuHan se sorprendió, se quedó estática por unos momentos, para después sonreírle como una buena vecina. LuHan pareció no ver su sonrisa, y camino hasta ella. Al ver eso Nila retrocedió unos pasos, LuHan le miro con recelo y desconfianza.
Ella pareció notarlo y quiso escabullirse, creando platica…
-Hola LuHan –Sonrió ladinamente. LuHan no sonrió, ni saludo. Solo se quedó ahí viéndola con desconfianza.
LuHan miro los rosales que tenía la vecina en su casa, ella miraba con detenimiento cada movimiento que el hacía, su nerviosismo se notaba. LuHan tomo una de las tantas rosas que estaban en frente, estaba marchita, sin vida; igual que yo.

Yo estaba con el todos los días, en la escuela, en la casa, estaba con él y Joan. Siempre lo veía dormir, era el suave viento que soplaba en su rostro cada mañana fría de invierno. Era la luz que lo alumbraba cada noche. Yo era el que velaba por sus sueños, lo arropaba cada noche, le daba un beso de buenos días. Era la sombra que siempre estaba con él desde las mañanas, hasta las últimas horas de la noche.
Mire con detenimiento cuando tomo la rosa marchita y la sostuvo entre sus manos. Camine hacia él y tome sus manos para así sostener de igual manera la flor. Cerré mis ojos y comencé a hacer que la rosa tomara el color de vida que siempre tienen.  Demostrándole que estaba con él, que estaba junto a él.
-LuHan, yo…nunca tuve la oportunidad de darte mi pésame… -Le miro. LuHan se dio la vuelta. Yo abrí los ojos mirándole con odio, y la rosa volvió a su color marchito.
Por primera vez note que ella traía puesto el collar que me regalo LuHan, ella lo conservaba. LuHan noto lo mismo, el collar siempre había destellado, era muy brillante. LuHan se quedó parado en el mismo sitio, mientras ella se alejaba en dirección a la puerta de su casa.
-Es hora de volver  a casa LuHan… -Camino. No, más bien corrió al  sentir que LuHan caminaba tras ella. Al llegar a la puerta la abrió y cerro, adentrándose en su casa poniendo el seguro al instante.
-¡¿Qué el hiciste a SeHun?!  ¡Dime que le has hecho! –Desesperado, comenzó a golpear la puerta del frente, golpeaba y pateaba, así continuo hasta llegar a romper la parte baja de la puerta. Poco después de canso, comenzó a llorar.
Me mantenía a su lado cuando estaba golpeando la puerta, así como también lo abrace cuando se rindió y comenzó a llorar, me separe de él cuándo dio vuelta para regresar a casa. Me quede en la acera de la casa cuando él se detuvo a cortar una rosa seca. Deseaba poder abrasarlo, y quería más que el sintiera que seguía ahí con él, que seguía a su lado. Y que supiera lo mucho que me dolía verlo llorar.
Era hora de regresar arriba, llevaba rato sin ver a Kai. Me gire para asegurarme de que LuHan entrara a casa, después de asegurarme de que estaba dentro, desaparecí. En un abrir y cerrar de ojos estaba en el kiosco, sentado en la banca de siempre. Observando, como ChanYeol recibía la llamada del detective Kris.
Al enterarse de lo que LuHan había hecho se puso peor que una fiera. Estaba tan molesto con LuHan, ya que él, pensaba que le engañaba, cuando no era así, ChanYeol sabía que la seguía pasando mal.
Pero era un dolor donde ChanYeol no podía interferir, ese dolor solo lo podía superar LuHan, solo él podía salir de ese hueco en el que había caído, después de mi perdida. ChanYeol solo podía apoyarlo para cuando decidiera salir de ahí, el estaría ahí, listo para tenderle una mano. Para darle toda la ayuda que el necesitara. Tal y como lo haría cualquiera de su familia.
Pero aun así, nadie le quitaba lo molesto.
-¡A caso estás loco! –Espeto Kris molesto. –Tienes que parar, tienes suerte de que ella no presentara cargos…- Se pasó una mano por su cabello.
ChanYeol se mantenía callado, recargado en la pared. Sabía que era culpa de LuHan por dejar que sus impulsos llegaran tan lejos, pero él no podía pararlo, LuHan era demasiado necio como para hacerle caso, no lo haría.
-¿Suerte de qué? –Cuestiono BaekHyun al entrar por la puerta.
-LuHan le hizo un hueco a la puerta de la vecina…-Cerro los ojos tratando de calmarse. LuHan se mantenía cabizbajo, mientras que BaekHyun posaba una de sus manos sobre el hombro de Kris. Pareció calmarse un poco, BaekHyun regreso y se paró a un lado de ChanYeol. Suspiro y le miro con más suavidad.
-Yo sé lo que vi… -Hablo LuHan. Mientras se ponía sus manos en su rostro.  –Ella tiene el collar que yo le regale a SeHun. –Su espalda se movió acorde las lágrimas y sollozos se hacían presentes.
-Tal vez y sea verdad –Afirmo Kris. Toco el hombro de LuHan –Pero necesitamos evidencia para que pueda detenerla –Finalizo. A BaekHyun se le vino una gran idea a la cabeza.

Esa misma noche LuHan espero a que ChanYeol y BaekHyun se durmieran. Estaba como una pantera asechando a la vecina Nila. Cuando decidió que era la hora, subió hasta la habitación de Joan, se acercó a él y le dio un beso en su frente.
Deslizo su mano por debajo de la cama de Joan para tomar un bate de beisbol.  Miro por última vez a Joan y salió de la habitación, deslizándose por la sala hasta llegar a la salida. Al estar afuera, camino a para ver de cerca la casa de Nila.
Se escondió entre algunos arbustos y un árbol. Observo como salía muy de prisa, camino no muy lejos de ella para evitar perderla de vista. Nila entro al trigal perdiéndose al instante.

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El asesinato cambio todo…
Cuando estaba vivo, nunca odie a nadie. Pero ahora odio…es todo lo que tengo…

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-Quiero que la mate… -Le dije a Kai, quien estaba a mis espaldas.
Las cosas en el kiosco habían cambiado; ahora todo estaba seco, frio, los arboles estabas sin hojas, el cielo estaba gris, y el hielo se hacía presente.  Kai me miraba con culpa, con miedo, mi odio estaba lleno más lejos de lo normal.
-Quiero que muera –Presione mis manos sobre la madera fría –La quiero muerta…y fría. Que en sus venas no haya sangre…-Advertí con furia, y dolor. Kai negó con la cabeza y miro hacia el suelo. Me gire más molesto aun, mirándole con furia –Mírame –Le ordene. – ¡Mírame! –Le grite. El me obedeció y me miro –Mira lo que me hizo…- Finalice. Mi voz se quebró. – ¿Que soy ahora? el chico muerto, el desaparecido, el fantasma…-Grite. Mis lágrimas ya estaban cayendo.
-No…-Kai intento hablar. Pero le detuve, nadie me haría cambiar de opinión. La quería muerta.
-Quiero que se muera… -Me gire de vuelta, dándole la espalda.  Y comencé a llorar más profundo. –Fui tan estúpido –Me culpe. Él se mantenía recargado en la madera.
-Tu no controlas esto SeHun…-Susurro. Mientras yo seguía llorando, y el hielo seguía creciendo. Kai se acercó a mí y puso su mano en mi hombro –No le perteneces –Inquirió –Puedes librarte de ella pero no así –Susurro con dulzura.
Me removí por sus palabras, molesto y negué con la cabeza, el pareció entenderlo y se volvió a acercar a mí. Esta vez sin tocarme. Se quedó atrás de mí.
-Ya verás SeHun, al final todo toma su curso…al final…todos mueren. –Finalizo dejando su voz como un eco. Me gire para verle y preguntarle a qué clase de curo se refería. Pero Kai había desaparecido, ahora estaba solo.
Comencé a pensar que tal vez y no era la manera de liberarme de ella. Mucho menos LuHan tenía que hacerlo, Joan tendría un dolor más si a LuHan le pasaba algo, y yo no podría con la culpa de saber que fui yo quien provoco eso.
Al final caí en cuenta de que era algo incorrecto, pero era tarde. Al dar vuelta, todo cambio; el hielo se derritió y las nubes se convirtieron en una tormenta, y los árboles se convirtieron en trigales. Caí en cuenta del error que estaba por cometer LuHan.
Cuando le vi estaba corriendo, al ver que Nila se había enterrado en el trigal, corrió y se adentró también, comenzando a buscarla con la mirada. Corría entre los trigales. Yo le buscaba desesperado, ladeando mi cabeza a ambos lados recorriendo el kiosco, buscándolo por todos los lugares que podía.

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Entendía lo que había hecho…
Quería que se detuviera…
Quería que diera marcha atrás…
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LuHan choco con una chica que andaba entre los trigales con su novio, como en esa época, los amantes solían escabullirse entre los trigales.
Su novio llego y al ver la escena se fue encima de LuHan, golpeándole en la sien, tirándolo de nuevo en el suelo, comenzó a golpearlo con la linterna que traía en mano, después de soltarla volvió a golpearlo con el puño cerrado, incrustándose sus golpes en las costillas de LuHan.
Así continuo golpeándolo, después con el bate, golpeando sus costillas. Su novia le gritaba a horrores que se detuviera, que parara. Más el no parecía escucharla, LuHan comenzó a toser sangre.
Al ver tal escena me acosté aun dentro del kiosco, en la madera fría, veía como lo golpeaba, yo también gritaba que se detuviera. Estaba llorando, gritando, viendo como lo molía a golpes. LuHan no se defendía, solo se encogía en el suelo, soltando gemidos de dolor.
Su novia por fin reaccionaba, se fue encima de aquel chico que golpeaba a LuHan. Ella le gritaba algo que yo ya no escuchaba, mi atención solo estaba en LuHan. Era mi culpa. Todo era mi culpa. Lo que volví a entender fue cuando escuche lo más doloroso de mi vida.
“Le has matado, está muerto” Palabras amargas. Las palabras más dolorosas y amargas como la hiel. El chico se llevó a su novia arrastras. Dejaron a LuHan botado en la tierra. Corrí al verlo así, salí del kiosco y me bote en el suelo a un lado de él.
Recorrí su rostro con mis temblorosas manos, su pómulo  derecho estaba hinchado. Espere lo suficiente, hasta que llegó la ambulancia por él.
Regrese al kiosco mirando a todos lados. Podía ver claramente todo lo que le hacían a LuHan, los chequeos, estudios, las pruebas de sangre. Cuando ChanYeol se enteró del accidente, se pasó todos los días en que LuHan estuvo en el hospital.
Al ver todas esas imágenes, mi corazón se entristeció, mis lágrimas volvían a caer por mis ojos perdiéndose en mi cuello.
La madera del kiosco comenzaba a pudrirse, cada parte que tocaban mis manos se desmoronaban, los árboles se pudrieron de la misma forma, el piso de madera, comenzaba a cuartearse, salí de ahí caminando de espalda, seguí así hasta que mi espalda choco con una rama que me hizo detenerme.
El kiosco colapso, y se hundió, dejando un hueco en la tierra. Igual que mi corazón.

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Entonces supe…que nunca me olvidaría…nunca me consideraría como muerto
Fui su novio…y él fue el amor de mi vida…y me amo lo más que pudo. Me amo lo más que le fue permitido.
Tenía que dejarlo ir… y él tenía que dejarme ir…
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Llegue a la cabaña donde todo había comenzado. La puerta de abrió instintivamente. Tome aire, aun con lágrimas en los ojos. Tenía que hacerlo, tenía que dejarlo ir. Di un paso subiendo el primer escalón de la cabaña. Seguí caminando a paso lento hasta entrar a la estancia donde me había metido.
Escuche un ruido raro en el segundo piso, gire mi rostro para ver de qué se trataba. Se veía una luz cegadora entre la pared y el pasillo. Subí con duda y a paso lento, con cada escalón mis piernas temblaban más, y mis jadeos aumentaban.
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Al llegar al segundo piso, la luz era aún más segadora, demasiado. Entre más cerca, pude darme cuenta, no era una simple luz, era un coche. Retrocedí asustado, y el pasillo se convirtió en una carretera. Seguí retrocediendo hasta quedar a salvo en la orilla de la carretera.
Volví mi vista al lugar que tenia de tras de mí, aun sabiendo lo que encontraría; el cuerpo de un chico a medio enterrar.
Kim JumMyeon…Namsan, corea. 1977…
Era su mejor amigo…

Me asuste y retrocedí, así hasta llegar al barandal de las escaleras, me asuste y di una vuelta completa, mirando todo lo que tenía alrededor mío. Baje el primer escalón de las escalera, y mi pie resbalo a causa de mis nervios. Baje rodando las escaleras, mientras que se convertían en un desagüe, aunque sin agua.
El viento soplaba de forma desesperada, el desagüe tenía muchas hojas secas a cusa de un otoño frio y despiadado. Poco a poco, el viento removió las hojas, dejando al descubierto un cuerpo, un chico, un poco más alto que yo…

Huang Zi Tao. Beijing, China. 1978…
Acababa de cumplir 17 años. Su cuerpo fue encontrado en un desagüe al lado del camino que usaba para ir a la escuela.

Sin esperar más, el desagüe se convirtió en un rio completo, con agua entre azul y verde. A lo lejos un cuerpo de otro chico…
Kim JongDae. Seúl, corea. 1980…
Él ya estaba muerto cuando recogió su cuerpo, después de ahogarlo en el rio…

El agua se convirtió en un puente, con cosas rotas, viejas, y abandonadas. En medio de todo esto, estaba  una cabaña, como donde había entrado yo…me acerque, y pude notar el cuerpo de un chico bajito.
Kim MinSeok. Bulsang, Corea. 1981…
Lo asesino un día después de su cumpleaños.

Después en la cocina de su antigua casa…
Do KyungSoo. Seúl, corea. 1983…
Solo quería divertirse un rato con él, pero…se negó…

Camine hacia lo que debería ser el sótano; convertido en un pantano, con musgos, tierra y agua sucia, me llegaba por encima de la pantorrilla. Camine hasta una…especie de estructura, rara y deforme…ahí estaba el cuerpo de un chico.
Kim JongIn. Namsan, corea. 1985…
Estaba esperando que su mamá saliera de su trabajo, cuando lo secuestro…Kim JongIn, a quien le gustaba que le llamaran…Kai.

Salí lo más rápido que pude de ahí, tropezando con piedras que había debajo del agua. Al subir me encontré con las escaleras de su actual casa,  baje lento, bien sujetado del barandal, mis piernas temblaban. Al bajar, la encontré sentada en una silla, mirando hacia una puerta enorme de metal, de donde salía una niebla que parecía ser de un refrigerador enorme.
Sentada en esa silla, jugando con mi collar, jugaba con el sol que tenía…
Finalmente supe, lo que realmente había sucedido. Había intentado correr, sin duda lo hice, pero ella me dio una soda con droga, por eso los mareos. Intente correr, pero me detuvo, me tiro y me golpee la cabeza, aun después del golpe gritaba, seguía gritando a alguien que me escuchara. Finalmente me termino de ahogar con un cable eléctrico.
Oh SeHun. Seúl, Corea. 1987…
Asesinado en una cabaña que rento a las afueras de la escuela donde estudiaba…

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Después de todo eso…Nila comenzó a apresurar sus planes. Quería tener a BaekHyun para ella antes que algo, o alguien frustrara sus planes. Comenzó a apresurarse, sabiendo bien que era lo que tenía que hacer…
Ese día BaekHyun estaba sentado en la acera del frente, jugando con las hojas que comenzaban a caer, Nila salió de la nada echando a perder su calmada tarde. Le hizo algunas señas para que se acercara. BaekHyun, y poco confundido, y extrañado se acercó lentamente, hasta quedar cerca de ella. Esta le sonrió y Baek le devolvió el gesto con delicadeza y desconfianza.
-Oye…-Le hablo con voz seductora –Quieres echarme una mano, es que corte algunas cosas y no me doy abasto –Sonrió tal y como lo había hecho conmigo.
-Aaaa…Claro…-
Vi claramente como caminaba hasta el patio trasero de la casa. Quería advertirle, pero ya no podía…ya no me permitía poder hablar con él. Ya no podía, ya estaba muerto.
Antes de que BaekHyun se diera vuelta, ella le ataco poniendo un poco de cloroformo en un pañuelo sobre su nariz y boca, Baek forcejeo con ella. Lo que ni ella ni nadie sabían; era que BaekHyun sabía artes marciales.
Sin trabajo alguno utilizo la mano que ella tenía puesta en su boca, la uso para poder darle la vuelta y tirarla al suelo.  Uso precio con sus manos, como si la estuviera ahogando, pero no lo hizo, solo la dejo inconsciente. Después del pequeño incidente, llamo a Kris para que supiera todo, y para descubrir que ella tenía mi collar.

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Finalmente, después de que yo me había negado, volví a ver el mismo árbol, estaba seco, y pude ver como los pájaros regresaban su lugar, llenando el árbol de hojas verdes, llenándolo de vida. Dejándolo en medio de los pastizales.
Aun con la duda, comencé a caminar rumbo al árbol, aún estaba dudando, si debía o no hacerlo, algo dentro de mí me decía que debía hacerlo, que era tiempo de hacerlo. Que finalmente estaba listo para partir.
Al llegar bajo las ramas del árbol, corría un fresco viento, tan diferente a los que había sentido anteriormente. Me relajaba estar ahí. Pero no estaba solo, un chico bajito de ojos grandes, al sentir mi presencia me miro y sonrió.
-Vengo aquí casi diario…-Me dijo. Volvió su vista a las copas más altas de los árboles. –Me gusta escuchar los sonidos. –Me volvió a sonreír, esta vez le correspondí, el chico me inspiraba demasiada confianza.
-¿Has visto a Kai? –Pregunte mientras miraba todo alrededor mío.
-¿Te hablo de este lugar? –Cuestiono mientras se levantaba y se alisaba su ropa. Yo le asentí. Me volvió a sonreír.
-Si…-Alcance a decir. El lugar era hermoso, tanto, que te robaba el aliento.
-Debes estar listo… -Me informo –Soy Do KyungSoo. –Miro hacia atrás, donde más árboles se veían, se seguí la mirada hacia donde el veía. –Los demás, llegaran pronto. –Finalizo.
Comencé a caminar, mirando como los demás chicos llegaban hasta donde estábamos KyungSoo y yo. Un chico se detuvo frente a mí, era más alto que yo, pero despedía ternura por los poros, me miro, y yo le sonreí.
Me abrazo poniendo su mentón encima de mi cabeza, mientras que yo pasaba mis manos por su cintura.  Me dio un beso en mi frente, yo hundí mi rostro en su pecho y comencé a llorar. No porque estuviera triste, sino porque me daba tanta alegría estar con ellos.
Ellos también habian sufrido lo mismo que yo, y aun así, encontraron la confianza de seguir adelante. Ellos pudieron seguir sin mirar atrás. Yo también podía, y debía seguir adelante.
Alguien toco mi hombro izquierdo, me volví de mi abrazo y pude ver a Kai, el me veía con una gran sonrisa marcada en sus labios. Sin más le abrace, lo abrace como no lo había hecho ya en un tiempo indefinido. Y comencé a llorar en su hombro.
Los demás comenzaron a caminar, se podía ver un gran lago de agua azul al fondo del prado donde estábamos. Mire a Kai con duda, él me sonrió y comenzó a caminar. Unos pasos adelante, le seguí.
-Es hermoso…-Musite distraído, iba más concentrado en ver todo, que en mis palabras.
-Claro que lo es –Aclaro –Es el cielo –Exclamo, sonriente. Comenzó a alzar los brazos sonriendo, y soltando carcajadas.
Me quede en el sitio en donde estaba. Estaban a punto de descubrir mi cuerpo cuando deje de ver lo que sucedía. Además de querer despedirme de LuHan como era debido, quería decirle adiós por última vez…quería decirle mi último te amo, antes de partir.
-Ya eres libre adelante –Me aconsejo Kai, moviendo su mano para que caminara hacia adelante. Me quede pensando una vez más, de verdad. Quería despedirme.
-Todavía no…tengo una última cosa que hacer… -Aclare. Me di la vuelta y comencé a caminar.  Camine con decisión de lo que haría. Cerré mis ojos concentrándome en donde quería estar por última vez.

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Al abrir mis ojos, estaba en la habitación que compartíamos LuHan y yo. Intente salir, pero no me lo permitió, sabía que si salía, no me vería. Por lo que decidí esperar hasta que el regresar a casa, debía esperar para lo que quería hacer.
Al acercarme a la ventana, pude ver que los detectives finalmente habían encontrado mi cuerpo Pude ver como BaekHyun se acercaba a mí, y me daba un beso en la frente, él se despedía de mí. Pude ver como LuHan se acercaba a mi cuerpo.
Nila lo había mantenido detrás de la puerta metálica, que no era más que un congelador, mantuvo mi cuerpo vacío y sin vida, no solo el mío, Nila había mantenido los cuerpos de los demás chicos atrapados en el mismo congelador. Ahora ella estaba presa, seguramente pasaría el resto de su vida en prisión. Después de once meses de espera, finalmente encontraban mi cuerpo, sin vida, frio. Seguía igual debido al frio, me mantuvo tal y como LuHan me había visto la última vez.
LuHan se acercó a mi cuerpo, abrazo fuertemente mi cuerpo y le dio un beso a mi frente, tal y como lo hacía siempre todas las mañanas. Para después dale un beso a mis labios fríos,  de color rojo y morado debido al frio.
Me senté en la cama, y recosté mi cabeza en la almohada de LuHan, llevaba tiempo  sin dormir en esa habitación, pero aun así, el aroma de su cabello seguía presente, sin falta. Cerré mis ojos esperando a que  LuHan regresara de despedir mi cuerpo, él se acababa de despedir de mí, pero yo aún no me despedía de él. Debía esperarlo.
Creo que me dormí. Desperté al escuchar unos pasos cerca de la puerta. Me levante de la cama casi corriendo, me acerque a la ventana, estaba atardeciendo. Kris y los demás policías ya se habían ido, BaekHyun y ChanYeol platicaban, mientras que Baek recargaba su cabeza en el hombro del primo de LuHan. Me alegraba verlos así, ese par se merecían ser felices.
La puerta se abrió dejando pasar a LuHan. Yo aun seguí viendo por la ventana, al escuchar los pasos, me di vuelta para verlo de cerca. Ver el rostro de LuHan fue como aire que entro directo a mis pulmones, y por un momento, me sentí vivo, por unos instantes pude sentir como mis mejillas cambiaban de color.
-¿Hunnie?… -Susurro inseguro. Le sonreí y me acerque a él. –SeHun… -Se acercó hasta mí, quedando un paso separado de mí. Me acerque yo a él, y le abrace, tan fuerte como  si me aferrara a la vida que ya no tenía. –Pero… -Intento hablar pero le calle, poniendo mi dedo pobre sus tibios labios.
-Hoy… -Empecé a hablar… -He venido a despedirme de ti –El me miro sorprendido, sus ojos se llenaron de agua –No llores…ya no más por favor… -Pedí con  voz cortada. Me dolía hasta el alma verlo de esa manera. .
Lo lleve hasta la cama y lo recosté, y me bote a un lado de él, era como solíamos hacerlo siempre. Nos mirábamos sin parpadear, quería llevarme ese último recuerdo de él. Quería verle sonreír por última vez, pero algo más que me quería llevar conmigo, era un último beso.
Me acerque a él sin dejar de mirarlo, el pareció entenderlo y se acercó a mí de forma lenta. Cerré mis ojos por inercia, podía sentir su cálida respiración chocar con mi piel fría, así como podía sentir sus manos en mi nuca. Pase mis manos por su fina cintura y lo acerque más a mí.
Junte mis labios con los suyos, seguían tan cálidos como siempre. LuHan comenzó a mover sus labios sobre los míos, al instante le seguí. Estuvimos un buen rato recostados en la cama besándonos, sus besos me llenaban. Me hacían sentir vivo otra vez. Pero había algo que le quería pedir, el motivo por el cual regrese a despedirme de él.
-LuHanie, quiero pedirte algo…-Inquirí con voz suave.
-Dime…-
-Cuando me vaya… –Mis palabras le dolieron, pude sentirlo –Ya no quiero que llores más por mí, quiero que sonrías como antes…–Pedí –Cuando lloras…Me duele mucho verte así, duele aquí… –Señale a la altura de mi corazón, el me miró fijamente por unos segundos, después solo asintió.  –Yo… –volví a tomar la palabra –Prometo que les arropare cada noche, y que estaré con ustedes. Pero lo que más te prometo es que… –Baje la mirada y sonreí –Desde mi cielo, te acompañare este y todos los inviernos… –Finalice sonriendo.
LuHan levanto la mirada y me miro, sonrió cálidamente. Pase mis frías manos por su nuca, y comencé a acariciar su cabello, el cerro sus ojos y comenzó a respirar pausadamente, su cara se veía tan angelical, tan tierna, siempre lo vería dormir, y velaría por sus sueños. Sin duda alguna. Desde mi cielo, lo esperaría por todo el tiempo que fuera necesario, lo esperaría para ver el invierno, aunque fuera en sitios diferentes, estaría con él, y el conmigo. El volvería a iluminar mis inviernos.
Después de un par de horas, LuHan se había dormido en mis brazos. Pero era hora de que me marchara, era hora de decirle adiós, a él, y a la tierra. Ahora tenía un lugar en donde debía estar, ya no estaba solo, me acompañaban muchos amigos.
Cuidadosamente deje a LuHan recostado en la almohada. Le di un último beso en sus labios, le mire por unos minutos más, guardando con fuego su imagen en mis memorias. Me levante de la cama, camine hasta la ventana, mirando por última vez toda la habitación.
Sonreí para mí una vez más, me gire y comencé a desvanecerme con el viento. Era la hora de partir. Mire a LuHan, el susurro mi nombre aun dormido. Sonreí más, definitivamente le vería todos los días sin importarme nada. Seguí desvaneciéndome poco a poco…hasta que me fui de ahí.

Cuando LuHan despertó, yo ya no estaba con él. Miro para todos los lados, y al no encontrarme, se reincorporo de forma rápida. Tendió y arreglo la habitación y sin más salió de ahí. Y no volvió a entrar por un largo rato…
ChanYeol había terminado por mudarse a casa con BaekHyun y LuHan, mientras que LuHan y Lay se habían vuelto más cercanos, muchas veces LuHan había llevado a Yixing con ChanYeol y Baek. Mi querido LuHanie volvía a sonreír, todavía pensaba en mí, y yo como había prometido, les miraba todos los días. Sin falta.
Ahora todo lo que fui en el pasado, descansa conmigo…en mi cielo. Estaba muy contento al ver que LuHan superaba mi perdida, gracias a que Yixing estaba con él, LuHan por fin podía comenzar a superar mi partida.
Ahora ambos mirábamos el invierno, juntos, igual que siempre. Con la fina diferencia de que; esta vez, yo era la nieve que caía a sus lados.

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Cuando LuHan volvió a entrar a nuestro cuarto con Joan en brazos, me di cuenta de que todo ese tiempo…lo estuve esperando.  Los estuve esperando por mucho tiempo. Tenía miedo de que no vinieran o que LuHan no regresara…
-Te quiero mucho papi SeHunnie –La voz de Joan, era igual a la miel. LuHan le sonrió, lo cargo y beso su frente.
-Te amo SeHun, así será siempre…-Finalizo sonriendo mientras que de sus ojos se escapaban unas lágrimas.
-Te amare por siempre… -Le dije, el escucho mi voz como un susurro.
Aun con lágrimas en los ojos, me sonrió, como se lo había pedido cuando me despedí de él. Miro el cielo y sonrió como nunca…
Las hermosas semillas que habían crecido en mi ausencia…Las conexiones a veces tenues…a veces con gran costo. Pero siempre magnificas, que pasaron después de que me fui. Y empecé a ver cosas en una forma diferente, más brillante, más deslumbrante…que me permitieron así ver el mundo…
Sin mí en él…

 

10 comentarios en “Te amaré por siempre {Oneshot} {Capítulo Único}

  1. oh por dios… muy buena historia… estoy sin palabras para describir lo que senti que solo puedo decir wow, es un fic de mucho drama pero tambien no se, sigue asi escribes muy bien y espero seguir leyendo mas cosas tuyas te felicito, y otra vez te digo me has dejado sin palabras >.<

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  2. ADVERTENCIA: Este comentario incluye alto trauma emocional. Se recomienda no leer a personas suceptibles a un paro cardiaco.
    Dios mio! T.T estoy llorando lágrimas (no me digas -.-) lagrimas de orgullo. ¿Como es posible que alguien escriba semejante hermosura? Jakshskjcdhjkf lo ameLO AME CON GANAS te juro que no puedo dejar de llorar. Oficialmente esto es de lo mejor que he leído. ¿Has pensado en ser poeta o algo parecido? Porque te queda bien eh. De verdad que no puedo creer que sea tan intenso. Me causa algo muy lakjsdkjjhadskjbc es bastante lindo y me atraviezas con las emociones felicidades. *ovacion* muchas felicidades. Eres mi ídola, te quedo muy MUY MUY bien. Me ha encantado la forma en la que narras. No es fácil expresar empciones tan intensas en letras, así que considera que dios te ha dado un don que debes aprovechar muy bien *w*

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  3. jeje gracias linda.
    Debo decir que me costo bastante trabajo este one shot. Pero ahora se que valio la pena escribirlo. Gracias por tu comentario ^^
    Y tendre en cuenta la idea de ser poeta XD

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  4. Ommo Unnie Lloro y lloro y no puedo para de llorar TTuTT
    enserio esta tan bonito!!!es la primera historia que siento tan
    asii lo ame enserio me declaro tu fan ..
    espero que sigas escribiendo se te da genial.
    me encanto.. espero tus siguientes proyectos
    Fighting!! C:

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  5. me encanto, llore mucho pero es increible la historia. Yo perdi a mi padre en septiembre de 2012 y t puedo asegurar que este fic me pego muy fuerte y de cerca. Te felicito! Escribes hermoso :’)

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  6. ;-; ¿Cómo esperas que viva después de haber leído esto? ;_____________________;
    No puedo con mi corazón… en serio que no. Ni con el corazón ni con los tremendos ojos hinchados que tengo /;A;/

    ¡Lo amé! Como describes todo, te hace adentrarte en la historia, los personajes, las secuencias, el drama que le das.

    Muy bueno. Hermosamente bueno.

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¡Gracias por comentar! ♥